La proporción de estudiantes de secundaria que han tenido sexo alguna vez se redujo a un 41 por ciento en 2015, continuando una tendencia a la baja respecto al 47 por ciento en 2005 y al 53 por ciento en 1995, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
'La significación de esos hallazgos son importantes para los jóvenes de hoy en día', afirmó el Dr. Victor Fornari, director de psiquiatría infantil y adolescente en el Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York. 'Es muy positivo y promisorio'.
El principal propulsor de la reducción es un declive en la cantidad de estudiantes de noveno y décimo cursos que tienen relaciones sexuales, según el informe de Kathleen Ethier y sus colaboradores de los CDC.
Los estudiantes de noveno curso sexualmente activos se redujeron de un 34 a un 24 por ciento entre 2005 y 2015, mientras que los estudiantes de décimo curso que tenían relaciones sexuales se redujeron de un 43 a un 36 por ciento en el mismo periodo.
En comparación, no se encontraron declives en la actividad sexual entre los estudiantes de undécimo y duodécimo cursos, añadieron los investigadores.
Matthew Oransky, director del programa de entrenamiento en psicología en el Centro de Salud Adolescente de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, comentó que 'lo que parece realmente promisorio sobre esto es que, a medida que uno crece, tiene una mejor capacidad de tomar decisiones, comunicarse y planificar. Mientras más edad se tiene cuando se inician las relaciones sexuales, más capaz se es de tomar decisiones saludables y responsables'.
El porcentaje de adolescentes negros e hispanos que experimentan con el sexo también se redujo, lo que contribuyó al declive general en la actividad sexual de los jóvenes.
Más o menos un 48 por ciento de los adolescentes negros y un 42 por ciento de los adolescentes hispanos dijeron que eran sexualmente activos en 2015, una reducción frente a casi un 68 por ciento y un 51 por ciento, respectivamente, en 2005.
Por otra parte, la actividad sexual entre los adolescentes blancos no cambió de forma significativa, encontraron los investigadores.
La reducción en la actividad sexual implicó a ambos sexos. Entre los estudiantes de noveno curso, más o menos un 27 por ciento de los chicos y un 21 por ciento de las chicas dijeron que se habían vuelto sexualmente activos en 2015, una reducción respecto a un 39 y un 29 por ciento, respectivamente, en 2005.
Los expertos en la salud sugirieron que la educación sexual es la explicación más probable de la tendencia.
'Gran parte de esta reducción se puede asociar con un aumento en la educación sexual, que incluye información sobre las enfermedades de transmisión sexual y la anticoncepción', aseguró la Dra. Jennifer Wu, obstetra y ginecóloga en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
Fornari se mostró de acuerdo.
'Los jóvenes han aprendido que las infecciones de transmisión sexual son graves y que se deben prevenir', afirmó.
Y Fornari añadió que 'las mujeres jóvenes reconocen que tener bebés no planificados durante la adolescencia no es deseable. Desde mi perspectiva, la educación sobre las infecciones de transmisión sexual y los desafíos de tener un bebé en la adolescencia han tenido un impacto en la conducta adolescente'.
A Wu le preocupa que la tendencia no continúe si no se permite a los educadores seguir ofreciendo información sobre las consecuencias de las relaciones sexuales en la adolescencia.
'Se debe seguir con los esfuerzos educativos continuos', planteó Wu. 'Si la financiación se detiene o si hay un declive en la educación sexual, podríamos ver un resurgimiento en la actividad sexual adolescente y las consecuencias que conlleva'.
Oransky añadió que quizá también haya un cambio cultural implicado, en que los adultos se sienten más cómodos teniendo conversaciones abiertas con los adolescentes sobre el sexo.
'Es un enfoque importante en nuestro centro, reconocer que, nos guste o no, los adolescentes toman esas decisiones', señaló Oransky. 'Debemos prepararlos con el conocimiento para tomar la decisión que resulte más cómoda para ellos, y la mejor para su futuro'.
Los hallazgos aparecen en la edición del 5 de enero de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report