7 claves para controlar el ansiedad por comer

Detrás de esta ansiedad por ingerir un alimento se esconden emociones que se te pueden escapar de tu control.

  • 10 nov 2020

SAN PEDRO SULA.

En el acto de comer, aunque puede que parezca solamente un acto físico, también intervienen variables psicológicas. Por este motivo, en los últimos tiempos, existe cierta conciencia de cómo el estado emocional afecta a nuestra alimentación y cómo ésta afecta a nuestro estado emocional.

Reducir la ansiedad por comer es posible si se llevan a cabo diferentes estrategias que incluyen tanto aspectos mentales, nutricionales, de estilo de vida, etc. Pero, ¿cuáles son estas estrategias? En las siguientes líneas te las explicamos:

1. Trabaja tu autoestima. Además de los hábitos alimenticios, la mejor dieta para la ansiedad es trabajar tu valoración personal y la percepción que haces y tienes de ti. Para mí puede que sea el factor más importante a la hora de reducir la ansiedad por comer, porque en el momento que aumentas tu confianza y seguridad, automáticamente se reducen tus niveles de ansiedad, aumenta tu autocontrol y el respeto por tu propio cuerpo.

2. Bebe más agua. Muchas veces se confunde la sed con el hambre. Cuando el cuerpo pide hidratación cometemos el error de no beber agua y, en su lugar, acudir al café o a estimulantes (chocolate, un bollo o... ¡quién sabe!) que empeoran la situación.

Así que cuando te entren ganas de comer algo a deshoras, sin aparente motivo, bebe agua, un gran vaso de agua o dos. Y si realmente crees que tienes hambre (real), come una pieza de fruta. Las infusiones calientes también nos ayudan a sentirnos más saciados.

3. Alimentos contra la ansiedad: menos azúcar y más proteínas. Los alimentos con azúcar nos sacian por un momento, pero pronto volverá el hambre y las indeseadas calorías extra. Mientras que los alimentos con proteínas nos sacian durante más tiempo y son más sanos (carnes, pescados, quesos, seitan, tofu, etc…).

4. Añade fibra a tu dieta. Los alimentos ricos en fibra son fundamentales y harán que te sientas más saciado; reducen la ansiedad y el hambre. Come pan integral en vez del blanco, pasta integral, más legumbres que aporten fibra, frutos secos, arroz integral. No pienses en dietas, sino en elegir bien, elegir sano, respetar tu salud y tu cuerpo porque solo tienes uno y tiene que durar toda la vida.

5. Tómate tu tiempo. Come sin prisas, no añadas más ansiedad. Disfruta el momento y mastica más los alimentos, le harás un gran favor a tu estómago y a tu salud en todos los sentidos. No lo dudes: harás mejor la digestión y aumentará tu sensación de saciedad.

6. Reducir el apetito con ejercicio físico. El ejercicio físico es fundamental para mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en forma, pero además de eso también nos ayuda a reducir la tensión, el estrés, la ansiedad y nos oxigena. Y por cierto: más de una vez he escuchado que la ansiedad adelgaza. Hazte un favor y borra esas ideas tan erróneas que solo harán daño a tu salud. Come bien y levántate del sofá un poco más.

7. La importancia de la respiración. ¿Cómo controlar la ansiedad por comer? Dime cómo respiras y tendrás mucha información. La ansiedad y los nervios nos influyen de forma directa: lo hacemos de forma más rápida y con respiraciones más cortas.

Tomar conciencia de la respiración y aprender a hacerlo de forma más tranquila y profunda es un gran método para reducir los estados de ansiedad. Por eso, el yoga, la meditación o el Mindfulness son técnicas que nos ayudarán muchísimo en todo el proceso.

Pero sobre todo recuerda que cuanto mejor estés interiormente (a nivel emocional), cuanto más creces como persona, cuanto más aumentes tu confianza y más creas en ti, todo fluirá como debe. Ese será el mejor de los remedios para mejorar en todos los aspectos de tu vida.