Redacción. Vicente Briet, sicólogo clínico, especialista en sexología, apunta que pueden influir aspectos como el carácter biológico, factores sicológicos, fármacos, etc. y “hay elementos en la pérdida del deseo que simplemente tienen que ver con el desgaste o con el tiempo que llevamos en pareja”.
¿Cuándo aparece la rutina sexual? Briet apunta que no hay estudios definitivos, pero “parece que biológicamente la pasión tiene fecha de caducidad”; al investigar sobre parejas, es al “tercero o cuarto año cuando suelen aparecer los primeros síntomas”. El experto sugiere seguir los siguientes consejos:
1. Comunicación. Briet explica que a veces somos demasiado sinceros y podemos expresarnos con vehemencia o acritud, causando daño a la otra persona. Para evitarlo, el doctor insiste en que la clave es no hablar acusando y recriminando, sino de cómo las cosas del otro nos hacen sentir. Es decir, “hablar desde el punto de vista de los sentimientos y acabar formulando propuestas de cambio”.
2. Espacios de individualidad. El sexólogo señala que para evitar el desgaste “hay que quedarse siempre con un poco de apetito”. La receta para recuperar la pasión y la ilusión “es que tengamos un espacio personal donde podamos cultivar nuestra individualidad y permita la posibilidad de echarnos de menos”. Como dicen, se necesita ausencia para valorar la presencia.
3. No hacer comparaciones con el entorno. Tendemos a intentar seguir la línea de lo que entendemos o lo que socialmente se nos establece como normal. Esto es un error. Lo que hay que hacer es “marcar nuestros propios estándares porque es el criterio de pareja el que tiene que triunfar, y la calidad es lo que ha de primar” dentro de la frecuencia que nos marquemos nosotros mismos. Si no, el sexo se convierte en una obligación “y es cuando se pierde el interés”.
4. cultivar el interés y pasión por el otro. Es importante “que hablemos con cierta regularidad de sexo, que hagamos planes eróticos aunque no se lleven luego a la práctica, que nos toquemos, nos acariciemos de manera insinuante, y al margen de la propia relación sexual”.
Tenemos que aprender a “descoitar la relación y no estar siempre a la búsqueda del orgasmo. Hay que actuar continuamente como si estuviéramos excitados sexualmente”.
5. sorprender y usar la imaginación. Tenemos que huir de la rutina para fomentar un clima que favorezca el reencuentro. “Hay que romper con la inercia que nos lleva a buscarnos o a hacerlo en el mismo sitio”. Algo interesante puede ser “recuperar actividades que nos han podido resultar excitantes en el pasado”. Si queremos que el deseo aparezca, “debemos concederle el valor y protagonismo que merece”.
6. experimentar. Juguetes sexuales, posturas, juegos, cambios de rol, fantasías… debemos saber pedir a nuestra pareja las cosas que nos gustaría hacer sin tener miedo a expresarnos y a partir de ahí “generar espacios de encuentro”.
7. Cultivar el propio atractivo personal. Muchas veces pensamos que cuando tenemos pareja ya está todo conseguido y conquistado. El sicólogo señala que es fundamental “cuidar la higiene, atuendo, alimentación, lenguaje, el mimo al otro, es algo continuo” porque no podemos abandonarnos ni tomar el camino de la dejadez. Es importante “tener interés, cuidado y atracción por el otro y tomarlo como una responsabilidad”. El amor y el deseo son una conquista continua.