"
Redacción. El erotismo se disfruta en todas las etapas de la vida, pero hay un momento que se define como el de mayor plenitud sexual. Eso es lo que reportó en su medio Informe 21.
Los 30: entre quejas y ansiedades
Esta franja se ve perjudicada por la ansiedad, sobre todo en aquellos que quieren consolidar un proyecto de pareja. Los vínculos tardan en consolidarse y los que lo han logrado están aprendiendo, a fuerza de chocarse contra la misma pared, a darse cuenta de lo difícil que es sostener el amor y el sexo sin acciones que lo renueven. En esta etapa, y sobre todo en la vida de pareja, se necesitan acciones para no sucumbir ante las responsabilidades de la vida adulta y mantener el sexo activo.
Los 40: el pico sexual femenino
Después de los 40 es posible vivir el sexo con mayor plenitud, valiéndose de la experiencia. En esta etapa las mujeres están más duchas en pedir los que los gusta y guían a los hombres para obtener mayor placer.
El sexo es mejor a partir de los 40, al menos para las mujeres. Este es el “pico sexual” femenino, su momento de mayor plenitud.
¿Por qué los 40?
* Muchas ya tienen hijos o están separadas y se proponen tener una pareja donde el “tema hijos” no intervenga.
* Con logros y frustraciones de vivencias pasadas, las mujeres ya tienen una cantidad de situaciones resueltas, reconocen mejor sus orgasmos y aumentan su autoestima.
* Por lo general, se sienten seguras y con la autoestima elevada. Ya no se trata de satisfacer al otro, sino de pensar cómo quieren ser satisfechas.
* Ellas dicen lo que no les gusta y se animan a pedir lo que quieren. Defienden sus derechos y no se dejan vapulear por los machistas.
* No existe la misma frecuencia que a los 20, pero se logra mejor calidad. La mujer solo dice sí cuando realmente tiene ganas y se vuelve divertido masajearse, bañarse, besarse en cada una de las partes del cuerpo y no limitarse a lo genital. No se trata solo de alcanzar un orgasmo, sino del placer que lleva a desear un nuevo encuentro.
* Les importa la intimidad. Tienen ganas de tener un contexto y de tener tiempo para compartir. Les preocupan los ricos olores, ir a un hotel alojamiento, sentir confianza con la persona que están, comunicarse y que el otro las sorprenda.
"
Los 20: pasión y pudores
Las etapas juveniles poseen la energía corporal y el deseo siempre encendido. Sin embargo, la ansiedad puede ser un factor que entorpezca la vida erótica de los que recién comienzan, ya sea por el imperativo de ‘tener que cumplir’, por pudor o por desconocimiento de las posibilidades corporales y sensoriales.
"
" |
Esta franja se ve perjudicada por la ansiedad, sobre todo en aquellos que quieren consolidar un proyecto de pareja. Los vínculos tardan en consolidarse y los que lo han logrado están aprendiendo, a fuerza de chocarse contra la misma pared, a darse cuenta de lo difícil que es sostener el amor y el sexo sin acciones que lo renueven. En esta etapa, y sobre todo en la vida de pareja, se necesitan acciones para no sucumbir ante las responsabilidades de la vida adulta y mantener el sexo activo.
"
" |
Después de los 40 es posible vivir el sexo con mayor plenitud, valiéndose de la experiencia. En esta etapa las mujeres están más duchas en pedir los que los gusta y guían a los hombres para obtener mayor placer.
El sexo es mejor a partir de los 40, al menos para las mujeres. Este es el “pico sexual” femenino, su momento de mayor plenitud.
"
" |
* Muchas ya tienen hijos o están separadas y se proponen tener una pareja donde el “tema hijos” no intervenga.
* Con logros y frustraciones de vivencias pasadas, las mujeres ya tienen una cantidad de situaciones resueltas, reconocen mejor sus orgasmos y aumentan su autoestima.
* Por lo general, se sienten seguras y con la autoestima elevada. Ya no se trata de satisfacer al otro, sino de pensar cómo quieren ser satisfechas.
* Ellas dicen lo que no les gusta y se animan a pedir lo que quieren. Defienden sus derechos y no se dejan vapulear por los machistas.
* No existe la misma frecuencia que a los 20, pero se logra mejor calidad. La mujer solo dice sí cuando realmente tiene ganas y se vuelve divertido masajearse, bañarse, besarse en cada una de las partes del cuerpo y no limitarse a lo genital. No se trata solo de alcanzar un orgasmo, sino del placer que lleva a desear un nuevo encuentro.
* Les importa la intimidad. Tienen ganas de tener un contexto y de tener tiempo para compartir. Les preocupan los ricos olores, ir a un hotel alojamiento, sentir confianza con la persona que están, comunicarse y que el otro las sorprenda.