19/04/2024
08:40 PM

Montaña de colores, una extraña maravilla natural

PERÚ. Los turistas respiran con esfuerzo mientras el oxígeno escasea en sus pulmones y continúan el ascenso rumbo a la remota montaña de los Siete Colores, también conocida como Vinicunca o Arcoíris.

Después de dos horas de caminata llegan a una cima adyacente, a más de cinco mil metros de altitud, y se retratan con sus celulares junto a la rara belleza de la colina. Franjas con diversas tonalidades turquesa, lavanda y dorado dan la impresión de que la montaña está cubierta con una manta multicolor; pero esa paleta es resultado de un choque de placas tectónicas ocurrido hace millones de años. Y, a partir de 2013, una empresa de turismo comunitario comenzó a popularizar el sitio para evitar que la minería se instale en la montaña. Ahora, hasta mil turistas llegan a diario desde Cusco tras visitar la ciudadela de Machu Picchu.

Por ejemplo, en agosto de 2017, apareció en la lista de 100 lugares para visitar antes de morir recomendados por expertos en viajes en la página web Business Insider.

El boom turístico es bastante reciente, pero la historia de la montaña y sus colores empezó hace millones de años.

El aspecto de arcoíris de Vinicunca se debe a “una compleja historia geológica de sedimentos marinos, estos sedimentos, transportados por el agua que antes cubría la zona, datan de entre los periodos terciario y cuaternario, es decir, de hace unos 65 a dos millones de años.

A lo largo del tiempo, los sedimentos fueron formando capas (con distintos tamaños de granos) que hoy se ven como las franjas que tanto atraen a los turistas.

El movimiento de las placas tectónicas del área elevó estos sedimentos hasta que se convirtieron en montañas. Luego fueron adquiriendo sus colores llamativos a causa a la oxidación de sus minerales, ejercida por la humedad de la zona y a la erosión de los mismos.