En todos los grupos de niños, siempre hay uno que con frecuencia se distrae, se pone nervioso, tiene la mirada perdida y su mente empieza a divagar.
Tenga cuidado, posiblemente sea su hijo el que padezca de falta de concentración.
“Muchas pueden ser las causas por las cuales fácilmente el menor pierde la concentración. Los problemas de la vista, oídos, rinitis o sinusitis y problemas familiares son las posibles causas”, indica el psicólogo Héctor Maradiaga, de la Clínica Médica Los Andes.
“En una clase es muy difícil que un pequeño pueda concentrarse por 20 minutos continuos, ya que la mayoría de los centros educativos no utilizan métodos prácticos de enseñanza”, agrega.
Este tipo de alumno tiene problemas a menudo con las tareas escolares y las actividades sociales.
Tiene mucha dificultad en mantenerse concentrado en sus maestro, problemas para quedarse sentado, seguir instrucciones, concentrarse en una sola tarea y esperar su turno en cualquier actividad.
Actitudes que la delatan
1. Mueve las manos, los pies o cambia de postura.
2. No se queda sentado.
3. Dificultad en mantenerse atento y esperar.
