“Era un niño especial, que no le hacía daño a nadie. Mi pobre hijo solo salía al pueblo, pero no le hacía daño a nadie; era un niño querido por todo mundo”, dijo la madre de Santos Elías Ramos, cuando acudió a la morgue capitalina para reclamar su cadáver.
Su hijo fue hallado sin vida en una quebrada de Marale, Francisco Morazán, con signos de abuso sexual el pasado domingo.
El joven, de 29 años de edad, tenía una discapacidad intelectual, según detalló su madre, quien, entre lágrimas, recordó a su hijo y clamó justicia por el crimen.
Reportado antes como desaparecido, fue hallado sin vida después de exhaustivas búsquedas acuerpadas por parientes, amigos y pobladores de Marale. “Marale ahorita está de luto, sintiendo a mi pobre criatura”, lamentó Juana Rodas.
“Yo quiero justicia para mi hijo, porque jamás pensé que mi hijo hubiera muerto así, yo quiero justicia para ese malvado que me violó y mató a mi hijo con arma blanca ¡Quiero justicia!”, manifestó Rodas.
“No podré velar a mi pobre hijo por cómo me lo dejaron en estado de descomposición. No, esto no es justo. No es justo que hagan eso con una persona con discapacidad”, añadió acongojada la madre hondureña.
Aunque no se reportan capturas, las indagaciones policiales establecen que una pista en el crimen podría dar paso a un arresto, debido a que el presunto responsable habría dejado una prenda cerca del cuerpo de Santos Ramos.
