17/04/2024
07:49 AM

Una ola gigantesca hundió al bote langostero Big Boy

  • 12 julio 2015 /

La Ceiba, Honduras.

El día presagiaba una buena pesca de langostas. El mar estaba como un plato por el que se deslizaba tranquilo el Big Boy con 14 hombres a bordo. No había motivos para pensar que esa mañana soleada pudiera ocurrir una tragedia, por eso los pescadores sonreían confiados.

De pronto el mar les jugó una traición: en cuestión de segundos se alzó una ola gigantesca que se tragó al Big Boy justo cuando estaba por llegar a los bancos del Caribe cuajados de langostas. Allí comenzó la pesadilla para los curtidos faenadores que habían zapado de Roatán este 5 de julio. Ninguno de ellos se imaginó que se enfrentarían a la muerte.

Faltarían unos 15 minutos para las siete de la mañana del lunes 6 de julio cuando el mar embravecido convirtió las sonrisas de los marinos en gritos de angustias que se ahogaron en el agua. “Todo era alegría, porque íbamos a trabajar y a traer el sustento para nuestras familias, pero de pronto una ola gigante le dio vuelta al barco. Todo sucedió cuando estábamos listos para iniciar la pesca de langosta. Gracias a Dios que estamos aquí con vida”, relató Marvis Bonilla Hernández, uno de los tripulantes del langostero, luego de ser rescatados en alta mar.

Foto: La Prensa



Dos horas después del naufragio del Big Boy, ocho de los pescadores fueron rescatados por embarcaciones pesqueras que se encontraban cerca de donde ocurrió el suceso; los otros seis tripulantes fueron puestos a salvo por navales hondureños, después de 24 horas de angustia.

El pasado fin de semana toda la tripulación fue traslada a Roatán para revisar su estado de salud. “Hasta el momento no conocemos las causas, faltaban como 15 minutos para las siete, y estábamos como a unas nueve millas para llegar al punto adonde íbamos a pescar. Los marinos ya habían empezado a poner clavos de cuero en las nasas, la mayoría de ellos estaban en cubierta listos para tirar las nasas, cuando de repente todo sucedió”, relató Marlon Almontd Abbott, capitán del Big Boy.

“El barco de pronto se recostó por babor, el viento vino del noreste, cuando es muy raro que agarre en esa dirección, todo fue de repente, es la primera vez que nos pasa esto. No conocemos las causas, el barco no presentó ninguna falla”, expresó desconcertado Abbott.