San Pedro Sula
El paro de los taxis colectivos de la colonia Fesitranh por el cobro de extorsión llegó a su tercer día ayer.Los operadores de las unidades dijeron que están parados porque “no nos da para estarle pagando lo que ellos (los extorsionadores) piden”.
“Los directivos decidieron cerrar y no trabajar en el punto hasta que se llegue a un acuerdo o a saber qué es lo que va a pasar”, expresaron. Los extorsionadores están llamando al celular que les entregaron para hacerles ver sus exigencias.
Según lo manifestado por los afectados, uno de los carros fue tiroteado como advertencia “de que no están jugando y por medio de las llamadas están presionando y de esa manera ellos están intimidando para que accedan a lo que ellos quieren”.
“La ruta no da para estar pagando eso porque la situación está crítica y con gran sacrificio llevamos algo para la casa y no da para pagar eso y es mejor estar parados”, expresaron.
Los motoristas refirieron que los directivos son los que saben qué van a hacer y en qué acuerdo van a quedar con los extorsionadores o van a tener que tomar la determinación de que el punto esté cerrado.
Datos
En lo que va de este año han asesinado a 18 operadores del transporte y todos los casos tienen como motivo el cobro de la extorsión.
La mayor parte de los crímenes se han registrado en en San Pedro Sula y Choloma y los demás en la capital y otras regiones del país.
Al preguntarles si ellos pedirán la intervención de la Policía, dijeron que “esa gente (los extorsionadores) están más organizados que las autoridades y es difícil que puedan controlar esto”.Para ellos el estado de excepción no ha dado resultado y prueba de eso es el problema que están pasando.
“Estamos parados porque nadie quiere morirse o que le pase algo. Uno tiene familia y quiere regresar a su casa”, manifestaron. El problema en los taxis colectivos se da en el preámbulo de la segunda ampliación del estado de excepción para combatir el flagelo de la extorsión.
La dirigencia del transporte demanda una mejor estrategia para combatir ese flagelo, pues, según ellos, con el estado de excepción decretado por el Gobierno no se miran resultados.
