06/12/2025
01:31 AM

Se salvaron mujer y tres hijos que solían dormir frente a la juguera

San Pedro Sula, Honduras.

Cuando el taxista Yan Carlos Pineda se metió con su carro en forma estrepitosa al negocio Jugos Chapala ya se había salvado de morir en dos ocasiones, relató su madre.

Las cámaras de seguridad de la plaza comercial adonde ocurrió el desastre grabaron el video que circuló a través de las redes sociales.

Allí se ve cuando la unidad 1842 que manejaba Yan Carlos va veloz dejando una estela de chispas y rebotando al impactar con los obstáculos que encuentra a su paso hasta meterse en el negocio que afortunadamente a esa hora ya había cerrado al público.

Al carro se le desprendió la caja de cambios al primer impacto, el cual se dio con el bordillo de la acera.

Al arrastrar la pesada pieza metálica iba produciendo el chispero al roce con el concreto del estacionamiento, deducen los compañeros de Yan Carlos a quien conocen como Mama. Venía “volado” de la colonia Fesitranh cuando perdió el control del volante por causas que se desconocen.

Yan Carlos Pineda aprendió a manejar hace poco más de un año trabajando como ayudante de un carro repartidor de agua purificada.

El hecho sucedió la medianoche del sábado 16 de enero, pero el video comenzó a circular en las redes sociales una semana después.
Antes de irrumpir en el estacionamiento del centro comercial había impactado con varias palmeras de la rotonda adonde comienza el bulevar del norte. El taxi se detuvo en los estantes de la juguera en medio de un reguero de frutas y máquinas extractoras. El negocio ya fue reparado y está en pleno funcionamiento.

Yan Carlos antes había sufrido un asalto en ese mismo taxi, por parte de dos sujetos que le quitaron todo el dinero que portaba, dijo su madre María Argentina Hernández.

En otra ocasión, frente al Instituto Acasula se le subieron tres delincuentes que lo llevaron encañonado hasta que se bajaron frente a Maheco.

“Creí que me iban a dar un bombazo”, le comentó después a su mamá. Ella asegura que en varias ocasiones su hijo había reportado al dueño del carro que le andaban fallando los frenos. Lo mandó a reparar, pero siempre quedó igual.

Foto: La Prensa

Personas que llegaron tras que sucedió el desastre tomaron fotos con celulares al taxi dentro del negocio.
La despachadora del punto de taxis en el centro, Yeimi Cardona, califica al conductor como un muchacho tranquilo y sin vicios. “Mientras esperaba la salida de su unidad se dedicaba a jugar a las cartas con sus compañeros, bajo la sombra de un yuyugo”.

No solo el taxista se salvó de morir, también una mujer indigente y sus tres hijos menores que dormían frente a Jugos Chapala, pero que esa noche estaban en otro lugar.

Dos días antes, un empleado del negocio le pidió a la mujer que buscara otro sitio adonde pernoctar, con el pretexto que había decidido hacer el aseo de la acera por la noche.

Adán Castejón, dueño de Jugos Chapala, comentó que el carro pasó entre dos columnas de hierro. Si se hubiese desviado un poco, el taxista sería finado.

Foto: La Prensa

Saltó un muro de baja altura y cayó adentro.

Foto: La Prensa