16/07/2025
09:04 AM

Rescatan a familia hondureña tomada como rehén en Comayagüela

Momentos de terror vivieron en la colonia Divanna de Comayagüela luego de un enfrentamiento entre supuestos pandilleros y la Policía.

Tegucigalpa, Honduras.

Momentos de terror vivieron los vecinos de la colonia Divanna de Comayagüela donde la noche del jueves se dio un enfrentamiento entre la Policía y los supuestos asesinos del empresario del transporte José Natividad Pereira Luna.

Al escuchar el intercambio de balazos, a los pobladores no les quedó otra opción que meterse a sus casas y tirarse al suelo para no ser alcanzados por los tiros.

Los vecinos catalogan como un milagro el hecho de que en ese momento no estuviera ni un pequeño en la calle, ya que acostumbran a jugar pelota después de sus actividades escolares. A los pocos minutos, un contingente de más policías y militares llegó al lugar y se sumó a la persecución de ocho muchachos que portaban armas de diferentes calibres con las cuales disparaban contra los agentes.

En un intentó de ocultarse, tres de los sospechosos ingresaron a una carpintería, de donde fueron sacados y capturados por los uniformados. No se reportó ningún herido.

A los pocos minutos se reportó la muerte de uno de los jóvenes en uno de los callejones. Un grupo de agentes se quedó resguardando la escena sin saber que a unos pasos de ellos una familia estaba retenida como rehén en su propia casa por uno de los mareros.

Rescatan a familia

Con la Biblia en la mano, dos hombres se acercaron a una de las casas y a pesar de tocar el portón en varias ocasiones, nadie respondió.

Una vecina se acercó y en voz baja les alertó: “No pueden abrir, uno de los pandilleros está allí adentro con ellos”. Aferrado al libro de Dios, uno de ellos levantó su rostro y clamó protección divina para su familia y en especial para sus pequeños hijos. Sin saber qué hacer permaneció observando la puerta. “Tenemos que entrar para rescatarlos”, fue la instrucción del oficial a cargo del operativo.

Usando sus conocimientos en ese tipo de situaciones, los elementos del orden abrieron la puerta e ingresaron a la casa, logrando rescatar primero a la esposa del religioso. Desorientada por el susto, un agente la tomó del brazo y la llevó donde su esposo, a quien abrazó mientras él elevaba la Biblia al cielo y decía “Alabado seas mi Señor”.

Luego, dos agentes cargaban a dos niños, una parejita, y se los entregaron a sus padres, quienes se fundieron en un abrazo mientras agradecían a Dios. A los pocos segundos, otra mujer envuelta en llanto agradecía estar sana y salva junto a sus familiares. Transcurrieron varios minutos y de la casa entraban y salían policías y militares, mientras la familia elevaba una oración de agradecimiento al Padre Celestial.

Minutos después, con esposas en las manos y una camiseta que cubría su rostro, un joven fue sacado de la casa y lo llevaron a la patrulla, en donde lo esperaban los otros tres detenidos.

Los agentes y militares continuaron revisando la vivienda, ya que se sospechaba que otro sujeto estaba en su interior. Uno de los vecinos alertó que sobre el techo estaba una persona muerta, por lo que varios uniformados se subieron y encontraron a otro de los menores ya sin vida. Se presume que el jovencito se subió al techo ya gravemente herido, por lo que murió en su intento de huida.