Tegucigalpa, Honduras.
Sandra López jamás se imaginó que el hombre de quien estaba enamorada le provocaría un daño irreparable que le cambiaría la vida para siempre.
Sandra López (29) fue víctima de la ira de su exmarido Santos Mónico Mendoza (30) el recién pasado mes de junio, cuando este le cercenó de varios machetazos la mano izquierda.
La mujer, originaria de una pequeña aldea de Santa Ana de Yusguare, en Choluteca, hoy clama porque la justicia caiga sobre el hombre que le causó tanto daño: Santos Mónico Mendoza (30).
“Yo quiero que a ese hombre que me cortó la mano lo agarren, él me cortó la mano a machetazos, lo hizo por celos y por chismes”, dijo mientras lloraba amargamente en el Hospital Escuela.
La angustiada mujer relata que había pasado apenas al menos cuatro meses conviviendo con Mendoza, cuando las peleas maritales comenzaron.
Después de dos días de separados, dijo que se encontraba en su hogar realizando los quehaceres diarios cuando de repente un hombre encapuchado ingresó a la vivienda. “Yo vi el hombre que entró, lo vi que andaba con una capucha y un machete, cuando me dice a pegar el machetazo le quité la capucha y miré que era él, yo solo gritaba y metía las manos”, expresó la entristecida mujer.
Cuenta que durante el salvaje ataque, el despiadado hombre no pronunció palabra alguna, pero descargó toda su furia sobre ella.
“No me decía nada, solo era machetazos conmigo, yo digo que fue porque lo dejé, el problema es que él anda libre como si nada y yo sin mi mano”, dijo.
Sandra López jamás se imaginó que el hombre de quien estaba enamorada le provocaría un daño irreparable que le cambiaría la vida para siempre.
Sandra López (29) fue víctima de la ira de su exmarido Santos Mónico Mendoza (30) el recién pasado mes de junio, cuando este le cercenó de varios machetazos la mano izquierda.
La mujer, originaria de una pequeña aldea de Santa Ana de Yusguare, en Choluteca, hoy clama porque la justicia caiga sobre el hombre que le causó tanto daño: Santos Mónico Mendoza (30).
“Yo quiero que a ese hombre que me cortó la mano lo agarren, él me cortó la mano a machetazos, lo hizo por celos y por chismes”, dijo mientras lloraba amargamente en el Hospital Escuela.
La angustiada mujer relata que había pasado apenas al menos cuatro meses conviviendo con Mendoza, cuando las peleas maritales comenzaron.
Después de dos días de separados, dijo que se encontraba en su hogar realizando los quehaceres diarios cuando de repente un hombre encapuchado ingresó a la vivienda. “Yo vi el hombre que entró, lo vi que andaba con una capucha y un machete, cuando me dice a pegar el machetazo le quité la capucha y miré que era él, yo solo gritaba y metía las manos”, expresó la entristecida mujer.
Cuenta que durante el salvaje ataque, el despiadado hombre no pronunció palabra alguna, pero descargó toda su furia sobre ella.
“No me decía nada, solo era machetazos conmigo, yo digo que fue porque lo dejé, el problema es que él anda libre como si nada y yo sin mi mano”, dijo.