Tegucigalpa, Honduras.
En los primeros seis meses de 2018, Medicina Forense reportó la muerte de 131 mujeres de forma violenta, según los reportes que se generan en las sedes y las morgues móviles en el país.
A esta cifra se suman las muertes de tipo accidental que hasta la fecha suman 70, de las que aproximadamente 10 de ellas no fueron reportadas porque no ingresaron a ninguna de las morgues.
“Estamos preocupados porque este fenómeno de muertes violentas de mujeres no se ha detenido. Nos está ocupando el trabajo de investigación forense, casi a diario”, dijo J ulissa Villanueva, directora de Medicina Forense.
La última muerte violenta de una mujer se dio el lunes pasado cuando en su apartamento apareció sin vida la jefa regional de la Atic, Sherill Yubissa Hernández Mancía (28 años). El caso está en investigación y no hay detenidos.
En 2017, Medicina Forense reportó la muerte de 781 mujeres, incluidas las accidentales. De todas las muertes reportadas a las líneas de emergencia, solo 738 se ingresaron para autopsia, porque 43 mujeres fueron entregadas a sus familiares por oposición de estos a la autopsia o porque no se localizó la escena o se notificó días después de la muerte de las féminas.
El Distrito Central es el que más reporta muertes violentas de mujeres con 61, esto porque es la sede forense que recibe los cuerpos no solo de Francisco Morazán, sino también los de Choluteca, Olancho, La Paz y Comayagua.
Impunidad
“En la última década se han registrado en el país alrededor de 50 mil homicidios y, de ese total, 5,507 son de mujeres. Lo que preocupa es que hay un claro problema de justicia porque no son investigados, los hechores no logran ser identificados y todo queda en la impunidad”, dijo Migdonia Ayestas, del Observatorio de la Violencia.
Es ese organismo el que en sus estadísticas revela que cada 16 horas se le quita la vida a una mujer en el país. Pero la Dirección Policial de Investigación (DPI) asegura que las muertes violentas de mujeres son investigadas por la sección de feminicidios para dar respuesta inmediata y con ello resolver cada caso.
“Hay un equipo de respuesta para este tipo de muertes, donde predominan casos relacionados con problemas pasionales, personales y familiares, así como actividades delictivas relacionadas a las víctimas y criminalidad común”, explicó Rommel Martínez, director de la DPI.
Para el Centro de Estudios de Derechos de las Mujeres (CDEM), la cantidad de muertes de féminas ya no está asombrando a la población, predomina la indiferencia. “Nos hemos acostumbrado a ver a una mujer metida en una bolsa, cercenada, y nos hemos acostumbrado a saber que muchas están desaparecidas, se debe frenar las muertes y se debe investigar todos los casos”, dijo Suyapa Martínez, del CEDM.
En los primeros seis meses de 2018, Medicina Forense reportó la muerte de 131 mujeres de forma violenta, según los reportes que se generan en las sedes y las morgues móviles en el país.
A esta cifra se suman las muertes de tipo accidental que hasta la fecha suman 70, de las que aproximadamente 10 de ellas no fueron reportadas porque no ingresaron a ninguna de las morgues.
“Estamos preocupados porque este fenómeno de muertes violentas de mujeres no se ha detenido. Nos está ocupando el trabajo de investigación forense, casi a diario”, dijo J ulissa Villanueva, directora de Medicina Forense.
La última muerte violenta de una mujer se dio el lunes pasado cuando en su apartamento apareció sin vida la jefa regional de la Atic, Sherill Yubissa Hernández Mancía (28 años). El caso está en investigación y no hay detenidos.
En 2017, Medicina Forense reportó la muerte de 781 mujeres, incluidas las accidentales. De todas las muertes reportadas a las líneas de emergencia, solo 738 se ingresaron para autopsia, porque 43 mujeres fueron entregadas a sus familiares por oposición de estos a la autopsia o porque no se localizó la escena o se notificó días después de la muerte de las féminas.
El Distrito Central es el que más reporta muertes violentas de mujeres con 61, esto porque es la sede forense que recibe los cuerpos no solo de Francisco Morazán, sino también los de Choluteca, Olancho, La Paz y Comayagua.
Impunidad
“En la última década se han registrado en el país alrededor de 50 mil homicidios y, de ese total, 5,507 son de mujeres. Lo que preocupa es que hay un claro problema de justicia porque no son investigados, los hechores no logran ser identificados y todo queda en la impunidad”, dijo Migdonia Ayestas, del Observatorio de la Violencia.
Es ese organismo el que en sus estadísticas revela que cada 16 horas se le quita la vida a una mujer en el país. Pero la Dirección Policial de Investigación (DPI) asegura que las muertes violentas de mujeres son investigadas por la sección de feminicidios para dar respuesta inmediata y con ello resolver cada caso.
“Hay un equipo de respuesta para este tipo de muertes, donde predominan casos relacionados con problemas pasionales, personales y familiares, así como actividades delictivas relacionadas a las víctimas y criminalidad común”, explicó Rommel Martínez, director de la DPI.
Para el Centro de Estudios de Derechos de las Mujeres (CDEM), la cantidad de muertes de féminas ya no está asombrando a la población, predomina la indiferencia. “Nos hemos acostumbrado a ver a una mujer metida en una bolsa, cercenada, y nos hemos acostumbrado a saber que muchas están desaparecidas, se debe frenar las muertes y se debe investigar todos los casos”, dijo Suyapa Martínez, del CEDM.
