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'Nunca perdí la fe en Dios y en mi familia'

  • 06 julio 2007 / 10:07 AM /

“Siempre le pedía a Dios, oraba con mayor deseo y tenía la fe que todo iba a salir bien”, dijo ayer la licenciada en economía Ana Maldonado Urbina, quien junto a su sobrino político Jaime Marcelo Urbina fueron liberados la noche del domingo por sus secuestradores tras ser plagiados el pasado 16 de marzo.

“Siempre le pedía a Dios, oraba con mayor deseo y tenía la fe que todo iba a salir bien”, dijo ayer la licenciada en economía Ana Maldonado Urbina, quien junto a su sobrino político Jaime Marcelo Urbina fueron liberados la noche del domingo por sus secuestradores tras ser plagiados el pasado 16 de marzo.

La mujer aún denota en su rostro la angustia que vivió durante los tres días que pasó con su sobrino de nueve años en un lugar desconocido en poder de una banda de delincuentes que la dejaron libre, luego que su familia pagó por ambos 350 mil lempiras.

“Los momentos que viví durante eso tres días no cualquiera los puede imaginar, pero estoy bien, me trataron bien dentro de todo no fue tan mal”, dijo la joven profesional de 27 años de edad.

Maldonado Urbina, quien es cuñada del ex viceministro del Fondo Hondureño de Inversión Social, Fhis, Darío Urbina, guarda reposo en su casa por prescripción médica, pero decidió hablar con Diario LA PRENSA para contar los momentos de angustia en su cautiverio.

Dijo que durante estuvo en cautiverio permaneció en un sólo lugar y junto su sobrino Marcelo Urbina los mantuvieron con los ojos vendados. Durante ese tiempo no pudo ubicar dónde se encontraba pues no escuchaba ruido de nada.

“Nos trataron bien”

Lo que agradece a los plagiarios es que tanto a ella como a Marcelito los trataron bien.

Manifestó que no pudo identificar a sus secuestradores, tampoco escuchó ninguna voz de mujer.

La dama, quien presentaba picadas de zancudos, dijo que fueron momentos difíciles que pasó al estar alejada de su familia en condiciones no deseadas.

Contó que una de las cosas que permitió que la trataran bien es que siempre dialogó amenamente con los secuestradores, incluso, Marcelito siempre estaba en pláticas con ellos.

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El niño Marcelo Urbina siempre se mostró fuerte.

Relató que nunca perdió la esperanza de salir bien del problema, pues no perdió la fe en Dios ni en su familia.

“Los secuestradores siempre me ponían a hablar con mi familia, las conversaciones eran dos veces al día”.

La mujer no quiso hablar referente a las negociaciones que se dieron para su liberación.

Dijo que lo admirable en los tres días que vivió en cautiverio es que el pequeño Marcelo Urbina se portó como un niño maduro.

Manifestó que incluso el niño antes de ser liberado, les dijo a los secuestradores que los felicitaba por celebrarse el Día del padre.

Antecedentes

Ana Maldonado y su sobrino Marcelo Urbina fueron liberados a eso de las 10.15 de la noche.

Ambos fueron dejados en libertad en el sector conocido como Los Coquitos en las cañeras cercanas al barrio Chamelecón.

El pago de los 350 mil lempiras se hizo en el desvío a La Lima a eso de las cuatro de la tarde del pasado domingo.

Al entregar el dinero, se creyó que tanto Ana Maldonado como su sobrino político Marcelo Urbina iban a quedar libre, pero eso sucedió seis horas después.

La familia de los perjudicados han asegurado que no procederán contra nadie y las cosas se las dejarán a Dios, lo importante es que ambos se encuentran bien y de regreso en casa de donde nunca debieron de salir de esa manera.

El niño tras su liberación se dispuso jugar con sus juguetes preferidos.

En detalle

Primaria

El pequeño Marcelo Urbina es alumno del quinto grado de una escuela bilingüe en Puerto Cortés.

Plagiarios

Ana Maldonado y su sobrinito político Marcelo Urbina fueron secuestrado cuando llegaban a su casa.

Agradecimiento

La familia de los perjudicados se encuentra muy feliz por el retorno de Ana y Marcelo.