Dos amigos perdieron la vida el sábado después de salir de un baile en la aldea Dos Cruces, en los bajos de Baracoa, Cortés, cuando discutieron por una mujer.
Justo García Mata (28) y Efraín Alexander Hernández (36) se dirigían a sus casas cuando fueron encontrados por varios sujetos que les dispararon en reiteradas ocasiones hasta matarlos.
García y Hernández trabajaban en una finca de palma africana en los bajos de Baracoa.
José Efraín Hernández, padre de Efraín Hernández, dijo que los jóvenes eran vecinos desde hace mucho tiempo, además que trabajaban en el mismo lugar y que no tenían enemigos.
Salen del trabajo
Justo García y Efraín Hernández salieron de su trabajo en horas del mediodía y se fueron a sus casas.
A las 6:00 pm, ambos se pusieron de acuerdo para salir a un baile cerca del lugar adonde residían.
Según sus familiares, iban muy emocionados en una bicicleta al lugar adonde era la fiesta.
Cerca de la medianoche, los amigos decidieron salir hacia sus viviendas en la aldea El Mango, Baracoa. Unos metros antes de llegar al lugar de su residencia, varios sujetos les salieron al encuentro con armas de fuego en mano y les dispararon a quemarropa en reiteradas ocasiones hasta dejarlos sin vida.
José Hernández, pariente de una de las víctimas, dijo que su familiar y el amigo habían discutido por una muchacha en el lugar del baile.
Mencionó que el hombre que acompañaba a la dama se disgustó porque ellos le habían hablado, por lo que empezaron a discutir.
“Ellos discutieron por esa muchacha, no eran ni novios, y el otro les dijo varias cosas, después los siguió con otros amigos de él”, lamentó.
Efraín Hernández y Justo Mata conocían a la dama que estaba disfrutando de la música en el salón.
La mujer se apartó unos minutos de la persona con la que andaba y estuvo platicando con sus amigos.
Su acompañante se sintió celoso en ese momento y les reclamó a los jóvenes que evitaron los problemas y decidieron salir del lugar.
A las 11:30 pm agarraron su bicicleta en la que se fueron a disfrutar de la música y de la compañía de sus amigos, a los pocos minutos de haber salido del lugar los alcanzó el asesino.
Los amigos al verse acorralados quisieron acelerar la velocidad, pero no lo lograron, ya que les dispararon en la cabeza.
Los forenses informaron que los cuerpos presentaban tres orificios de arma de fuego en la cabeza que les quitaron la vida de inmediato.
Familiares reclamaron los cuerpos de sus parientes en la morgue judicial en San Pedro Sula ayer.
