La escasa vigilancia de las patrullas de carreteras y la irresponsabilidad de motoristas se conjugaron ayer para provocar una nueva tragedia. Una madre y su hijo de tres años murieron en un accidente a dos kilómetros de la carretera del Norte, en el desvío entre La Guama y Peña Blanca. El esposo y la hija de la víctima resultaron heridos.
El encontronazo ocurrió cuando el conductor de un bus de servicio contratado con capacidad para 90 pasajeros le quitó el derecho de vía al motorista de un camioncito Isuzu repartidor de pinturas, embistiéndolo de frente al salir de una curva en las cercanías de un hotel turístico.
El fatal accidente ocurrió a la 1.30 de la tarde. En él murieron Leopoldina Barrientos y su pequeño hijo Carlos Eduardo.
Los cuerpos quedaron atrapados entre el amasijo de hierro y la carrocería del camioncito. Huyó el irresponsable chofer del bus que produjo la tragedia.
Testigos del choque dijeron que es muy probable que el conductor se hallara en estado de ebriedad por la forma errática como conducía la unidad a pesar de que el bus estaba vacío.
Marlon Ubence Rápalo, esposo de Barrientos, manejaba el Isuzu. Junto a su hija Ileana, de cuatro años, se salvaron de milagro.
Ambos fueron trasladados a una clínica privada y luego al hospital Mario Rivas, de acuerdo con lo que informó el padre de la fallecida, que llegó al lugar del accidente en compañía de parientes y algunos amigos.
Rápalo trabajaba para una empresa distribuidora de pinturas de Concepción del Sur, Santa Bárbara.
Viajaba de ese municipio a San Pedro Sula para hacer las compras navideñas, informaron parientes. Como estaba en la ruta de su trabajo como vendedor de pinturas, al llegar a La Guama entró en la calzada para hacer algunas entregas de producto y cobros. El matrimonio nunca imaginó que sería su último viaje.
Según los parientes de Marlon Ubence, éste se fracturó ambos pies y recibió otros golpes. También la niña Ileana sufrió serios golpes. Todos esperan que se recuperen pronto.
La generosidad de los hondureños se demostró presente una vez más, ya que una señora que vive en el sitio cerca del accidente socorrió a los accidentados y los llevó en su carro a San Pedro Sula en busca de asistencia médica.
La posta policial de La Guama brindó los primeros auxilios y seguridad en el lugar de la tragedia, ya que la zona estaba bajo la niebla y la pertinaz lluvia impedía que los conductores vieran la calle asfaltada.
Los parientes de las víctimas pidieron justicia, una investigación seria del accidente y que den con el paradero del conductor.
