Santa Bárbara, Honduras.
Su diagnóstico: un síndrome gastroentérico bacteriano que se complicó con un shock séptico.
Elena Romero, madre del niño, contó a medios locales que al niño lo llevaron a dos centros de salud y dos hospitales. “Cuando me lo entregaron en el hospital (Mario Rivas) yo lo metí al cajón (ataúd), pero todavía estaba caliente, por lo que no lo enterramos esperando que se haga el milagro”.
Una familia de la aldea Las Flores, del municipio de Concepción del Norte, se niega a sepultar a un niño de 22 meses porque según ellos después de ser declarado muerto por diferentes médicos ha “resucitado” varias veces.
El pequeño Elmer Óseas Manzano fue llevado a una clínica médica de la zona adonde supuestamente le aplicaron un medicamento que le habría complicado la salud. En estado delicado fue trasladado al Hospital Santa Bárbara Integrado, de donde lo remitieron al Mario Rivas, de San Pedro Sula, y al poco tiempo de haber ingresado falleció.
Las autoridades del hospital Mario Rivas informaron que el menor“ingresó el pasado 23 de abril referido del hospital de Santa Bárbara, inestable, con una deshidratación hidroelectrolítica con historia de tres días de vómitos, más desequilibrio de la deshidratación con complicaciones secundarias a medicamentos aplicados en clínicas fuera del hospital”.
| Otro caso
En el departamento de Yoro ocurrió un caso similar, donde un niño de 18 meses, según sus parientes, resucitó cuatro veces.
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Elena Romero, madre del niño, contó a medios locales que al niño lo llevaron a dos centros de salud y dos hospitales. “Cuando me lo entregaron en el hospital (Mario Rivas) yo lo metí al cajón (ataúd), pero todavía estaba caliente, por lo que no lo enterramos esperando que se haga el milagro”.
La progenitora asegura que después de horas de ser declarado muerto, el niño dio signos de vida. Según relato de testigos, el miércoles, cuando ya estaban en el cementerio, a las 5:00 pm destaparon la caja para verlo por última vez. Ahí el niño, según su madre, despertó, abrió sus ojos y apretó la mano de una de sus tías. De inmediato fue sacado de la caja montada en un carro y lo llevaron a la clínica de Trinidad, adonde un médico lo atendió y dicen que les informó que el niño tenía apenas 30 minutos de fallecido.
El menor fue llevado de nuevo a la casa, porque se resisten a enterrarlo. Al lugar llegaron pastores y representantes de otras iglesias, como pobladores y líderes de otras comunidades.
