La tristeza y el dolor inundan la aldea La Cañada, departamento de Olancho, luego de que un pequeño de apenas dos años de edad murió ahogado al caer en un pozo cavado para letrina.
El lamentable hecho ocurrió cuando el menor cayó al pozo, de unos dos metros de profundidad, que se encontraba lleno de agua lluvia.
De acuerdo con testigos, días atrás el pozo se encontraba tapado, sin embargo, una vaca cayó allí el fin de semana y rompió la tapadera, por lo que quedó expuesto y por desgracia el niño se acercó a jugar en la zona.
El menor respondía al nombre de José Matías Oliva, quien cuando fue rescatado ya era demasiado tarde. La tragedia ocurrió en un momento en que la familia dejó sin supervisión al menor.
Piden no trasladarlo a la morgue
En medio del llanto y dolor por la pérdida, los padres del menor hicieron un llamado a las autoridades forenses para que el cuerpo de José Matías no sea trasladado hasta la capital.
“Déjenme velar a mi niño, no me lo lleven, me duele verlo así”, clamó la madre del pequeño mientras se aferraba al cadáver. “Quisiera estar contigo, estar con Dios allá, por qué te me fuiste, mi amor, eres todo para mí”, agregó.
De su lado, Víctor Manuel Oliva, se unió a las súplicas de su esposa. “Que no se lleven al niño, lo queremos velar aquí, tranquilo, que no lo muevan”, mientras mostraba el altar preparado para el velorio, en el se podía apreciar el nombre de “Matías”.
