Choloma, Honduras.
Los familiares de la muchacha agregaron que hay un testigo que les dijo que él miró a la joven con su marido el domingo a las 4:30 am frente a la vivienda donde residían, en la colonia Infop. Revelaron que el marido de Glenis le dijo al testigo que se perdiera del lugar, y él se fue para su casa. Los familiares de la joven indicaron que empezaron a sospechar de Claros por la versión que dio el testigo y porque él se fue de la casa. También relataron que Glenis fue a una fiesta sin su esposo y eso habría generado celos en él.
Según los parientes de la victimada, ella ya no quería a Claros porque no trabajaba, y que Glenis lo mantenía con el dinero que ganaba vendiendo pollos fritos y con las remesas que le mandaba su papá, quien vive en Estados Unidos.
Expresaron que Claros le confesó a su papá, Alfredo Claros, que él le quitó la vida a su mujer. El papá de Claros, luego que su hijo le confesara que la había matado, se dirigió a la Policía a denunciar el hecho que admitió su vástago. Los familiares de la joven dijeron que a Claros, quien no aparece, lo vieron el lunes a las 8:00 am en una de las calles de la colonia Infop.
El cuerpo de la mujer fue levantado por las autoridades forenses, fiscales y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) a las 10:00 am, y trasladado a la morgue forense, donde a través de la autopsia establecerán la causa de su muerte.
Dos días después de estar desaparecida encontraron ultimada a la joven Glenis Vanessa Ramírez Hércules (de 27 años) en una de las calles de la colonia Infop, de Choloma.
Las autoridades policiales informaron que cerca de las 6:00 am recibieron una llamada al 911 informándoles que en dicha colonia estaba un cadáver dentro de un saco.
Unos patrulleros se desplazaron al lugar y corroboraron la existencia del cadáver, del cual se miraba una parte de su rostro y vestimenta.
A la escena llegaron familiares de la joven Glenis Ramírez Hércules, quienes no la encontraban ni sabían de ella desde la madrugada del domingo.
Manifestaron que la joven fue vista con vida por última vez ese día a las 4:30 am, cuando venía de una fiesta en compañía de su marido, Jairo Mauricio Claros.
El lunes, al ver que no aparecía la empezaron a buscar, aproximadamente desde las 7:00 pm. Ayer, cuando llegaron al lugar donde estaba el cadáver, confirmaron que la victimada era su pariente.
 La mujer de 27 años fue asesinada por su esposo que se enojó porque asistió a una fiesta sin su persmiso.
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Según los parientes de la victimada, ella ya no quería a Claros porque no trabajaba, y que Glenis lo mantenía con el dinero que ganaba vendiendo pollos fritos y con las remesas que le mandaba su papá, quien vive en Estados Unidos.
Expresaron que Claros le confesó a su papá, Alfredo Claros, que él le quitó la vida a su mujer. El papá de Claros, luego que su hijo le confesara que la había matado, se dirigió a la Policía a denunciar el hecho que admitió su vástago. Los familiares de la joven dijeron que a Claros, quien no aparece, lo vieron el lunes a las 8:00 am en una de las calles de la colonia Infop.
El cuerpo de la mujer fue levantado por las autoridades forenses, fiscales y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) a las 10:00 am, y trasladado a la morgue forense, donde a través de la autopsia establecerán la causa de su muerte.
