Los cuerpos sin vida de tres personas fueron encontrados ayer por la mañana en dos fosas comunes, en un predio en la orilla del río Danto.
De los cadáveres hallados hasta ayer sólo se estableció la identidad del menor Óscar Uriel Barrios Quiñónez, de apenas 15 años de edad, plenamente identificado por dos de sus familiares que llegaron al sitio.
Dos cuerpos estaban en una fosa y en la otra sólo se pudo observar un brazo que, según versiones, daba la impresión de tener varios días de haber sido sepultado.
Era complicado encontrar el sitio del hallazgo porque estaba en medio de los árboles y en una zona poco transitada que suele ser utilizada únicamente por quienes buscan cangrejos.
En el sitio no se encontraron ropas ni evidencias de que hubieran sido dejadas por los autores del crimen.
“Escuchamos por la noche disparos hace unos días y ayer también, pero no sabemos si era que los estaban matando; eran ráfagas”, dijo un morador de la colonia Dantillo.
Seis días desaparecido
En la colonia Dantillo, a pocos minutos del sitio donde se encontraron los cuerpos, desde inicios de la presente semana había empezado la búsqueda del escolar Óscar Uriel Barrios Quiñónez, del cual no se sabía nada.
Familiares que llegaron cerca de la escena comentaron sumamente consternados que ya tenían varios días de estarlo buscando.
De acuerdo con sus versiones, la última vez que lo vieron fue el pasado sábado por la tarde y posteriormente no tuvieron ningún tipo de informaciones al respecto. “No acostumbraba salir; siempre dormía en casa, así que no tenemos idea de quién y por qué le hizo esto”, dijo Felípe Quiñónez, tío de la víctima.
Refirió que el sitio fue localizado debido a que sintieron malos olores y además había tierra floja en el sector.
“Veníamos peinando toda el área junto con otros familiares y ya habíamos empezado un recorrido con machetes, limpiando varios puntos, hasta que llegamos aquí para darnos cuenta de que podría ser el que estaba enterrado”, relató.
Debido a que estaban solos y no se tenía la presencia de autoridades, se excavó y a pocos metros de profundidad se localizó el cuerpo sin vida del menor.
La sorpresa que se llevaron los familiares fue que al extraer el cuerpo se percataron de que abajo estaba otro cuerpo que no pudo ser identificado.
Se adelantó que se trataba de otra persona del sexo masculino, de generales desconocidas, pero que se trataba de otro joven.
La curiosidad los llevó a revisar a pocos metros del sitio y también se confirmó que una tercera víctima se encontraba en el sitio.
El señor Felipe Quiñónez Zapata, abuelo del menor, dijo que el estudiante cursaba sus estudios en la escuela Cristóbal Colón, en la colonia Yesenia, pero residía en Dantillo.
“Lo crié desde pequeño. Es lamentable lo que ha pasado. Ojalá esto sea investigado y que estas muertes no queden en la impunidad”, dijo Quiñónez.
Ramón Balico, uno de los vecinos del sector, dijo que la situación en el país es cada día más compleja y se ha vuelto costumbre que los jóvenes sean asesinados.
“Le pedimos al Gobierno que haga algo al respecto. Estamos viviendo momentos muy difíciles y sólo nos queda confiar plenamente en Dios, ya que es el único que nos puede ayudar”, sostuvo, mientras observaba el interior de la fosa en que estaban los dos muchachos.
Suspenden la exhumación
Aunque los hechos fueron dados a conocer a eso de las ocho de la mañana, hasta por la tarde las autoridades llegaron al sitio.
Al mediodía, un grupo de policías que había recorrido el lugar llegó a ese sitio para brindar custodia.
Debido a que no se cuenta en la ciudad con un equipo para ese tipo de trabajo, se tuvo que esperar a los elementos del Cuerpo de Bomberos después de que concluyeran trabajos en una zacatera que se quemaba en un punto de la ciudad.
Los bomberos planeaban utilizar una camilla tipo canasta con la presencia de fiscales del Ministerio Público, que al final determinaron por la tarde dejar para hoy la exhumación de los cuerpos.
Rafael Medina, miembro del Cuerpo de Bomberos, dijo que ya era complicado hacer ese trabajo debido a la oscuridad.
Los familiares del fallecido opinan que lo que se hizo sólo aumenta su dolor, pues ya tenían planes de llevar al joven a darle cristiana sepultura.
“No es posible que desde temprano se les avisó; esto es el colmo. Todo un día y no poder hacer una diligencia de esta naturaleza. Si hubiéramos sacado y llevado el cuerpo, seguramente nos habrían requerido”, dijo uno de los dolientes.
Hasta ahora no se sabe por qué les quitaron la vida a las personas encontradas en las fosas comunes ni hay informaciones para saber quiénes fueron los responsables del hecho criminal que ha mantenido a los ceibeños en una profunda consternación.
