13/04/2024
11:30 PM

Emotivo adiós da La Ceiba a su reina Diana Vallecillo

Entre aplausos, alabanzas, lágrimas y frases de amor de quienes la rodearon en vida fue sepultada ayer la modelo y reina de belleza fallecida en un accidente vial.

La Ceiba. Una multitud que en vida le aplaudió y victoreó sus triunfos en las pasarelas despidió ayer a la reina de belleza Diana Gabriela Vallecillo Alemán (25), quien pereció el pasado miércoles en un accidente automovilístico ocurrido en la carretera CA-5, a inmediaciones del municipio de Taulabé, Comayagua.

Entre lágrimas, aplausos y plegarias al Creador fueron sepultados los restos de la joven que se ganó el cariño y admiración de los ceibeños.

La tumba donde hoy descansa, ella misma la mando a construir hace dos meses para su abuelo materno a quien médicos le dieron meses de vida. La esbelta modelo jamás se imaginó que ella sería la que la ocuparía.

Sobre el concreto que cubría la lapida, un “Te Amo”, fue escrito por su novio Obed Enamorado, guardameta del Club Deportivo Vida, quien en ningún momento se despego del féretro de su amada.

Compañeros de equipo, parientes y amigos lo acompañaron en este triste episodio; fue el último en marcharse, dejando impregnado su amor por ella en cinco letras.

Su paso por la carrera del modelaje y los concursos de belleza nunca alejaron de Dios a Diana Gabriela. “Ella era la princesa de la casa, mi morena. Ella no se ha ido para siempre, solo se nos adelantó. Dios me dio cuatro regalos, uno de oro y tres de plata, y el me ha quitado el más valioso: el de oro”, expreso José Vallecillo, padre de la infortunada joven.

Madre le rogó que no viajara

Como todos los días, Diana Gabriela se levantaba temprano de su habitación y lo primero que hacía era darles los buenos días a sus padres. La casa adonde residía ella y su familia está en la colonia El Confite.

El instinto materno de Marta Alemán presentía la muerte de su hija, esa mañana que jamás la olvidará. “Hija, por qué mejor no te vas en bus o en avión, le suplique, pero ella me dijo que podía manejar y que iba a buscar a otra persona que la acompañara a Tegucigalpa. Salió de nuestra casa a las 6:40 am”, recordó la desconsolada madre de Diana Gabriela.

Hoy solo recuerdos quedan de esa joven que irradiaba confianza e inspiraba éxito por su vida ejemplar. Sus padres y hermanos no podrán borrar de sus bocas las frases con que la llamaban cuando se dirigían a ella. “Mi morena preciosa, te vas mi amor y no vas a volver. Mi princesa”, repetía su madre, quien en medio del dolor agradecía a Dios por haberle regalado a su hija.

Desde 2010 laboraba en las oficinas regionales de la Enee en esta ciudad. La amiga que acompañaba a Diana en el carro en que perdió la vida el pasado miércoles, llegó a darle el último adiós, ayudada por parientes, debido a los golpes que recibió en este fatal accidente.