La imprudencia y el estado de ebriedad fueron las causas de varios accidentes automovilísticos en la zona noroccidental, según las autoridades.
El jueves 31 de diciembre a las nueve de la noche, Roger David Mejía Delgado, 18, murió cuando en compañía de su amigo Edwin Ortiz, 22, se fueron en una hondonada en una moto en la aldea La Ceibita, sector de Monterrey, Choloma. Según la Policía del lugar, ambos jóvenes iban en estado de ebriedad y además sin casco. Alguien los auxilió y trasladó a Ortiz al hospital, adonde se recupera. Mejía Delgado fue velado el 1 de enero en su casa de Monterrey y sepultado ayer mismo.
En el occidente del país, Harold Maradiaga, 26, murió al estrellarse contra un árbol en la aldea El Sisín en el tramo entre Florida y La Entrada Copán. Según sus parientes, había mucha neblina en el trayecto. Maradiaga fue ingresado al hospital de Occidente, pero de ahí lo remitieron al Mario Rivas de San Pedro Sula, adonde murió a las nueve de la mañana de ayer.
La emergencia del Rivas a se vio llena de accidentados, llegaron seis personas con distintos golpes por accidente vial. Más tarde, al mediodía, llegaron con golpes contusos desde Morazán, Yoro, Luis Alonso Borjas, chofer del taxi 2213 de SPS, y los pasajeros Jaime Enrique 19, Martin Almendares 22, y Diciana Castillo, 29.