La desgracia se apoderó ayer de la familia Hernández, cuando en horas de la madrugada el fuego provocado por un plagatox consumió totalmente la pequeña casa en donde dormían cuatro menores, de los cuales dos murieron quemados.
Las víctimas son Keyli Johana Hernández, de 20 meses, y Jeyson Hernández, cuatro años, quienes serán sepultados este día, mientras Ever, de 12, y Cindy, 9, fueron trasladados de emergencia al hospital Mario Rivas con graves quemaduras.
Gritos de dolor
Según el relato de los vecinos, los niños dormían solos en la casa, ubicada en la aldea El Higuerito en Quimistán, Santa Bárbara, mientras la abuela de Keyli y madre de Jeyson, Ever y Cindy, María Elisa Hernández, se encontraba trabajando.
El lamentable accidente se originó a eso de las cuatro de la madrugada cuando Javier Hernández, 22, hermano de los menores salió a pescar dejando a sus hermanos solos.
Vilma Esperanza, madre de Keyli, manifestó que desde hace dos semanas se había ido de la casa, “mi mamá me corrió, por eso me fui y le dejé a mi hija”.
Los gritos de dolor de los pequeños Ever y Cindy despertaron a los pobladores, quienes reaccionaron ayer conmovidos.
Las pertenencias de la familia quedaron entre las cenizas.
“Escuchamos los gritos de los niños, tocaban el portón de la casa en busca de ayuda, la niña todavía llevaba fuego en la cabeza y Ever nos dijo que los otros menores estaban quemados”, relató Julissa Rodríguez, quien en compañía de su esposo Arnaldo Portillo los auxiliaron.
“Ellos permanecen solos en la noche porque la mamá sale a trabajar, después de enterarnos de los sucedido llamamos a la policía, pero no venían y mi esposo se los llevó al hospital y cuando llegamos a rescatar a los otros dos, ya estaban muertos”.
Drama
“Tuvimos que sedar a la madre porque intentó quitarse la vida, se lanzaba a los vehículos e intentó tirarse al río”, agregó.
El abuelo de los niños, Marcelino Mateo, de 76, se encontraba durmiendo en una pequeña casita al lado de sus nietos, pero cuando despertó sólo encontró cenizas.
El coordinador de la Dirección General de Investigación Criminal, Dgic, Pastor Ortiz Paz, explicó que los cuerpos de los niños fueron entregados a la comunidad porque no había mano criminal.
“Se supone que fue un plagatox o una vela que provocó el incendio, fue un accidente y una muerte natural por incendio”.
En la comunidad ya han ocurrido cuatro incendios en un mes, los lugares afectados han sido Quimistán, Pinalejo y el último en la aldea El Higuerito.
“Sólo un milagro de Dios”
Otoniel y Cindy permanecen internos en el hospital Mario Rivas.
“La situación de la menor es grave, tiene quemaduras de tercer grado casi en un 90 por ciento de su cuerpo, son lesiones incompatible con la vida, sólo un milagro de Dios la puede salvar”, explicó el cirujano plástico, Rider Andino.
Mientras, Otoniel ya está estable en la sala de niños quemados.
“Él tiene quemaduras de segundo grado, aproximadamente un 15% del cuerpo, se le dará el tratamiento con antibióticos y limpieza”, agregó.
Reacciones
“Hay dos niños con quemaduras graves en el hospital y necesitan el apoyo de toda la comunidad y de las autoridades”.
Leónidas Pascual
Vecino
Otoniel Hernández junto a su hermano mayor Javier.
Pablo Hernández
Alcalde Auxiliar