La quietud de la madrugada se vio interrumpida ayer en el barrio Guamilito en donde se suscitó un triple crimen.
El hecho violento ocurrió en la quinta avenida, afuera de un conocido karaoke de la ciudad.
Dos vendedores ambulantes, Tomás Francisco Álvarez, de 20 años, y su compañero de labores solamente conocido como Víctor, se encontraban en plena calle a las tres de la mañana vendiendo calle artículos, entre ellos teléfonos celulares, películas en devedés y otras mercancías.
Platicaban con un cliente, el cual según investigaciones era el objetivo de los criminales, cuando de repente apareció en el sitio un taxi con reporte de robo.
Se bajaron sujetos desconocidos, quienes con armas de grueso calibre dispararon contra el comprador -que no fue identificado por la Policía- éste murió de inmediato.
En la balacera fueron heridos mortalmente ambos vendedores; los cuerpos de los tres hombres quedaron muertos en el pavimento; los homicidas huyeron en otro vehículo.
El taxi en que supuestamente se conducían los homicidas lo dejaron abandonado frente al centro nocturno; la Policía decomisó la unidad y la llevaron al parqueo de Investigación.
La autoridad desconoce la identidad de los homicidas.
Parientes de Tomás Francisco llegaron a la morgue a reclamar su cuerpo, el cual trasladaron hasta Olanchito, Yoro, de donde era originario. Ahí le darán cristiana sepultura, dijeron.
El cadáver del otro vendedor y del desconocido aún se encuentra en la morgue judicial de San Pedro Sula.
Otro hecho
Horas antes, a las nueve de la noche del viernes en la entrada del salón Bailables Santa Fe, ubicado en la salida a occidente, fue ultimado el taxista Franky Salomón Martínez Izaguirre, de 35.
Según información de los agentes, el ruletero se disponía a salir del sitio cuando varios sujetos vestidos de negro llegaron al lugar en un vehículo y cuando vieron a la víctima le dispararon en varias ocasiones para luego huir. El reporte policial detalla que la víctima tenía antecedentes como vendedor de estupefacientes al menudeo.
Las autoridad supone que sus victimarios también se dedican al narcomenudeo.
La Policía además reportó que en las bolsas del pantalón del taxista ultimado se encontraron seis bolsas de cocaína; su cuerpo fue llevado a la morgue judicial de San Pedro Sula.