Un posible ajuste de cuentas es la hipótesis preliminar que manejan las autoridades por el crimen de un hombre y su hijo ocurrido la mañana de ayer en una ferretería del mercado Álvarez de Comayagüela.
El comerciante Daniel Varela Velásquez, 58, y su hijo Moisés Edgardo Varela, 30, apenas se preparaban para abrir su pequeño negocio cuando fueron abatidos a balazos por cuatro malhechores desconocidos.
Padre e hijo murieron al instante de múltiples heridas de bala. Los delincuentes huyeron en medio de locatarios de la zona, informó la Policía.
Los hechos
Se conoció que los criminales llegaron a la ferretería La Moderna, propiedad de las víctimas, a pocos metros de la Secretaría de Educación.
Se acercaron a Moisés Edgardo y le dijeron: “Perro, a vos te queríamos agarrar”, y abrieron fuego con armas automáticas.
Los cuerpos inertes cayeron en la entrada del negocio, de donde fueron levantados después de ser reconocidos .
Según versiones de testigos, el sangriento suceso ocurrió cuando los malogrados se disponían a abrir la puerta del negocio.
En la escena del crimen quedaron más de veinte casquillos de bala que serán analizados en los laboratorios balísticos con el fin de encontrar evidencias que conduzcan a identificar y capturar a los asesinos.
Investigaciones
Agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, y de la Unidad de Análisis de la Policía Preventiva entrevistaron a testigos oculares y familiares de los infortunados para conocer los pormenores de lo sucedido y otros antecedentes.
Preliminarmente, la Policía sospecha que podría tratarse de un acto de venganza ejecutado por sicarios por la forma como los autores del doble crimen interceptaron a los dos fallecidos.
Basada en investigaciones preliminares, la Policía presume que el objetivo de los gatilleros era Moisés Edgardo, a quien ejecutaron en primera instancia. Debido a que su progenitor presenció el hecho, también decidieron liquidarlo para no dejar testigos.
No obstante, siguen las averiguaciones de un equipo especializado de la DNIC con el fin de dar con los responsables del hecho criminal.
Los dolientes se quejaron por la inseguridad en los mercados, donde los asesinos matan y escapan sin que nadie haga algo por capturarlos.
Las víctimas serán sepultadas hoy en la capital, de donde eran originarios.
