17/07/2025
01:25 PM

Asaltante mata a un ayudante de rapidito en San Pedro Sula

Eduardo Enrique Deras Castillo intentó evitar un asalto en la unidad en que trabajaba.

“Todas las mañanas cuando él salía yo le pedía a Dios que lo guardara, ahora qué voy a hacer ya sin él”, decía entre el llanto María Deras, madre de Eduardo Enrique Deras Castillo (26), ayudante de un bus rapidito que fue ultimado ayer por un delincuente que asaltó a los pasajeros que viajaban en la unidad.

El hecho criminal ocurrió ayer, cuando el bus rapidito de la ruta Montebello-Terminal-Centro, en que trabajaba la víctima, transitaba por el barrio Medina de esta ciudad.

Según testigos, un individuo que había abordado la unidad en la Central Metropolitana de Buses, a eso de las 6:45 am de ayer, sacó una pistola y tras gritar “esto es un asalto”, comenzó a despojar de sus pertenencias a unos 15 pasajeros que viajaban en la unidad. Al llegar a la 31 calle del barrio Medina, el delincuente le gritó al conductor que detuviera la unidad porque se iba a bajar. Deras Castillo, se negó a abrirle la puerta del bus al delincuente, intentando que este no concretara el asalto, por lo que el individuo le infirió al menos tres disparos en la cabeza ante los horrorizados pasajeros.

El conductor de la unidad registro 08, placas AAM 1820, detuvo su marcha en la 16 calle, 3 avenida del barrio Medina, donde el criminal salió corriendo y desapareció.

El motorista prosiguió su marcha con la intensión de llevar a su ayudante a un centro hospitalario, pero este falleció en forma inmediata. Fueron los nerviosos pasajeros de la unidad los que le pidieron que detuviera la marcha porque el joven ya estaba muerto. En una de las manos de Deras Castillo quedó el dinero del pasaje que había cobrado en el trayecto.

El motorista dio aviso a las autoridades y a los familiares del infortunado muchacho, quienes minutos después se hacían presentes a la escena del crimen. Los agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), únicamente llegaron a acordonar el área, mientras un equipo de Medicina Forense, realizaba el levantamiento.

Dolor y drama

María Deras, madre del muchacho era consolada por su familia y vecinas, mientras recordaba a su vástago a quien había despedido de la casa hacía solo unas horas. “Él se dedicaba a trabajar en buses desde que tenía 13 años, siempre le gustó andar de ayudante, después que terminó la escuela y los primeros años en el colegio se dedicó a ese trabajo”, expresó.

“Yo le decía que dejara de trabajar en los buses, que algo le podía pasar, que era peligroso, pero él siempre me decía que era lo que le gustaba y con eso nos mantenía, ahora no sé qué voy a hacer”, expresaba entre el dolor la progenitora.