Tres reclusos de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto y una mujer fueron acribillados con fusiles AK 47 en la capital.
El sangriento hecho ocurrió la mañana de ayer en la salida de la carretera que de Tegucigalpa conduce al norte del país.
Las autoridades identificaron entre los fallecidos a Elvis Geovanny Herrera Rodríguez (35), quien según la investigación preliminares de la Policía, era coordinador del módulo de Procesados 2 de la Penitenciaría Nacional.
También a Ericka Yamileth Montalván Pavón (35), compañera de hogar de Herrera Rodríguez, así como a los reclusos Wilmer Javier Herrera Sierra (32) y Luis Enrique Almendárez Baca. Se confirmó que los tres presidiarios gozaban del beneficio de preliberación, por lo que salían del reclusorio los fines de semana y regresaban el lunes. Los cuatro infortunados perdieron la vida al instante debido múltiples heridas de bala. Por lo menos cinco hombres que cubrían sus rostros con gorros pasamontañas les dispararon con fusiles. Equipos de la sección de Homicidios y de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), realizaron las diligencias preliminares en la escena.
Los hechos
Eran alrededor de las 8:30 am cuando las víctimas se conducían en un vehículo marca Nissan Frontier, gris, con placas PDG-2852, en el que la mujer viajó al principal centro penitenciario a recoger a su marido para trasladarlo a la colonia Reynel Fúnez de la capital, donde tenían su domicilio.
Antes de llegar a la colonia El Carrizal, individuos fuertemente armados que supuestamente se conducían en dos vehículos, les dispararon a mansalva.
La pareja quedó muerta en la cabina del automotor, mientras que Herrera Sierra sobre el pavimento con el cráneo destrozado y Almendárez Baca cayó a la izquierda del pick up.
Los técnicos de Inspecciones Oculares colocaron 97 indicios en la escena del crimen, pero la cantidad de casquillos eran aproximadamente 112, según lo revelado por una fuente policial. En la escena del crimen también quedaron pedazos de cráneo y masa encefálica de Herrera Sierra.
Al realizar el reconocimiento legal, las autoridades le encontraron a Herrera Rodríguez una pistola y una fuerte suma de dinero en billetes de 500 lempiras.
Las investigaciones
Agentes de la Policía Preventiva llegaron primero al lugar de los hechos a realizar las investigaciones preliminares en torno al crimen y conocer las características de los carros en que huyeron los asesinos.
Minutos más tarde se presentó un equipo de la sección de Homicidios de la DNIC para continuar con las pesquisas orientadas a conocer los pormenores del hecho criminal.
No se informó si las millonarias cámaras de seguridad compradas por el Gobierno grabaron algo. Según lo revelado por algunos testigos, los autores materiales del crimen fueron cinco malhechores encapuchados que se bajaron de un automóvil, supuestamente marca Toyota 3.0, blanco, quienes abrieron fuego contra el vehículo en que viajaban las víctimas.
Además, en la escena fue vista una camioneta del mismo color en la que, al parecer, otros individuos escoltaban a los que dispararon contra los infortunados. Según algunos testigos, los automotores en que se desplazaban los asesinos salieron hacia la salida del norte, pero otros aseguran que la dirección que tomaron fue hacia la capital, lo que es investigado por la Policía.
El hecho criminal causó que el tráfico vehicular se paralizara por más de cuatro horas en ambos carriles de la carretera que conduce al norte debido al acordonamiento alrededor de la escena del hecho y los casquillos que quedaron esparcidos sobre el pavimento.
La desesperación obligó a muchos motoristas de equipo pesado, de autos pequeños y de autobuses interurbanos a utilizar como vía alterna la carretera vieja que pasa por la aldea El Lolo. La situación vial también se complicó en este eje carretero, porque debido al mal estado que presenta, dos rastras se quedaron atascadas, según informó una fuente policial.
Fue hasta después de la 1:00 pm que la Policía habilitó uno de los carriles para que los carros pudieran circular en doble vía.
