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Crímenes de impacto disparan inseguridad en Intibucá

  • 25 diciembre 2019 /

Reportan cerca de 100 homicidios en el departamento, 36 más que 2018.Autoridades relacionan la violencia con migración interna.

    INTIBUCÁ.

    Un departamento donde el promedio de homicidios en los últimos seis años era de 70 anualmente, este año se tornó violento. Del primero de enero al 23 de diciembre se registra la muerte violenta de 98 personas.

    Las estadísticas indican que son 36 más que el año pasado.

    Intibucá, sin incluir Cortés y Francisco Morazán, es el segundo departamento del país con más alto número de homicidios solo superado por Santa Bárbara.

    El 5 de mayo en la ciudad de La Esperanza se reportó la muerte de cinco personas producto de una balacera en una vivienda de la colonia 8 de Octubre. En ese mismo mes fueron encontradas en La Esperanza dos personas muertas de forma violenta, se trataba de un hombre y una mujer que hasta el momento se desconocen las causas y los responsables del crimen.

    Las autoridades policiales dicen que hay problemas de inseguridad por ser un departamento fronterizo con El Salvador.
    El 15 de septiembre, dos jóvenes fueron raptados por desconocidos y luego encontrados sus cuerpos putrefactos cerca de una finca escabrosa en el sector conocido como el Cedral en el municipio de Intibucá.

    El 19 de noviembre, Lesbia Aracely Interiano Interiano, quien era dueña del Hotel Marinter, en La Esperanza, fue raptada y asesinada dentro de su carro en una calle de tierra de la aldea Las Vegas. La mujer era cuñada del ministro de Idecoas, Nelson Márquez.

    Más hechos violentos se han dado en otros sectores del departamento de Intibucá, como el de Antonia Smtih Tosta, quien fue asesinada cuando estaba en una iglesia evangélica en el municipio de Jesús de Otoro, Intibucá.

    Inseguridad

    Oneyda Ramos, presidenta de la Cámara de Turismo de Intibucá, dijo que el número de homicidios en la zona está relacionado de alguna forma con la cantidad de personas que con frecuencia llegan de otras partes del país a residir en el lugar.

    “Las muertes no son ejecutadas por personas conocidas, sino que han llegado aquí y no sé por qué motivo los han ido persiguiendo, la gente de nosotros se caracteriza por ser gente humilde, gente trabajadora que no da ese tipo de problemas, eso es lo que percibimos y hemos analizado, que está viniendo gente de afuera a hacer ese tipo de fechorías”, afirmó.

    “Muchas muertes están relacionadas con personas que han inmigrado al municipio”

    Roger Cantarero, alcalde de Jesús de Otoro

    La presidenta de la Cámara de Turismo informó que mantienen reuniones permanentes con la alcaldía y la Policía Nacional para tener más control sobre la gente que los visita.

    Roger Cantarero, alcalde del municipio de Jesús de Otoro, dijo que ante la situación se han organizado como sociedad civil, ya que la seguridad es prioridad en la agenda municipal.

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    “Muchos de los homicidios ocurridos son hechos aislados, ya que Jesús de Otoro es un pueblo tranquilo donde habitan unas 35,000 personas y donde convergen otros municipios como Siguatepeque, Masagüara, Santiago de Puringla, San Insidro y parte de Intibucá, convirtiéndola en un epicentro comercial”.

    El alcalde agregó que “la otra situación que no hay que desconocer es que las pandillas y la droga van buscando otros municipios, cuando se sienten presionados van buscando otros espacios adonde encontrar terreno fértil para hacer otras operaciones, eso es algo que tenemos que trabajarlo”.

    Crimen organizado

    El subcomisionado Carlos Estrada Pacheco, comandante de la Unidad departamental de Intibucá (Udep 10), argumentó que el 95% de los homicidios están relacionados con problemas familiares y alcoholismo, y el resto es por disputa de tierras y ajustes de cuentas por parte del crimen organizado.

    “La Esperanza es una zona muy tranquila porque la tenemos muy controlada, lo mismo que la ciudad de Intibucá, en Jesús de Otoro sí hemos tenido problemas porque han llegado un poco las maras y se han allanado casas de narcotraficantes, lo que ha producido algún malestar”, indicó Estrada.