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Al Batallón llevan a Romero Ellner para cumplir su condena de 10 años

  • 29 marzo 2019 /

El periodista fue capturado ayer al mediodía mientras transmitía su noticiero en Radio Globo.

Tegucigalpa, Honduras.

El periodista David Romero Ellner (de 63 años) fue enviado ayer a cumplir su condena en el Segundo Batallón de Infantería Táctico Aéreo Transportado de Támara en el Distrito Central.

En ese batallón funciona un anexo del Centro Penitenciario Nacional de Támara, prisión donde son recluidas personas sentenciadas por delitos comunes.

Romero Ellner fue detenido ayer en cumplimiento de una orden de captura por una condena a diez años dictada en marzo de 2016 y ratificada este año. El comunicador fue acusado en 2014 por la exfiscal Sonia Gálvez por calumnia e injurias, y el pasado 14 de marzo un juez de ejecución emitió la orden de captura contra él para hacer efectiva la condena.

Sonia Gálvez fue la fiscal que logró una condena de 10 años contra David Romero Ellner por violación en perjuicio de su hija biológica en 2002. Romero pasó cinco años en prisión y luego otros cinco en libertad condicional y preliberación, cumpliendo la condena a finales de 2013.

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Allanamiento. “En este momento han roto los portones y vienen a capturarnos”, dijo el periodista por la Radio Globo mientras transmitía el noticiero del mediodía. Un contingente policial llegó ayer a la estación radial para detenerlo.

Al menos unos 25 elementos de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (Tigres) derribaron las puertas y portones de la radio e ingresaron a ejecutar la orden emitida por un juez. Dos minutos y 30 segundos tardaron los policías en derribar el portón principal de la estación de noticias.

Un contingente policial llegó ayer a la estación radial para detenerlo.

Una vez en la cabina, el juez ejecutor, con la orden judicial en mano, le manifestó al periodista que él solamente cumplía una orden. Segundos después, el jefe del contingente policial le dijo a Romero: “no traigo armas, con todo respeto y todo el orden posible, me desarmo y quiero que se ponga a la orden de las autoridades que corresponden y sigamos el curso legal”. Enseguida, Romero le aseveró que “sí me entrego, yo nunca he andado huyendo”.

Los Tigres entraron a la Radio Globo para darle detención a Romero, tras una petición hecha al Juzgado de Ejecución por la defensa de la señora Sonia Gálvez, esposa del exfiscal adjunto, Rigoberto Cuéllar, la que lo querelló ante los tribunales.

Los policías destruyeron puertas de las oficinas de la estación radial.

En un video se logra observar que el oficial a cargo del operativo le manifiesta algo en el oído al comunicador social, quien, sin oponerse a la detención, caminó hasta el exterior del inmueble custodiado por oficiales y asediado por medios de comunicación.

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Instantes más tarde fue puesto en un vehículo que lo trasladó al Juzgado de Ejecución, mientras un par de seguidores se oponían a su captura.

Bajo estrictas medidas de seguridad, Romero Ellner fue llevado inicialmente al Juzgado de Ejecución, situado en las cercanías del parque El Obelisco, donde la jueza a cargo de su caso le informó los motivos de su detención.

En estos órganos jurisdiccionales permaneció alrededor de 20 minutos y luego fue remitido al Segundo Batallón de Infantería Táctico Aéreo Transportado de Támara.

Allí hay 20 celdas, de las cuales 14 están habilitadas y en cada una hay una cama y sanitario, señaló German Mcniel, subdirector del INP.

Antes de la captura, en las afueras de la Radio Globo, la esposa de Romero, Lidieth Díaz y un grupo de simpatizantes y políticos de oposición, presentaron una serie de denuncias ante la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih), que supuestamente implican en actos irregulares al presidente Juan Orlando Hernández y miembros de su familia.

Dagoberto Rodríguez, presidente del Colegio de Periodistas de Honduras, lamentó “la forma brutal en que se violentaron las instalaciones de un medio de comunicación para detener a David Romero. La ley debe cumplirse, pero no atentando de esta forma contra un medio periodístico”.

Corte Suprema. El Juzgado de Ejecución Penal de la Sección Judicial de Tegucigalpa declaró ayer sin lugar la recomendación formulada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que se solicitaba la suspensión de la sentencia condenatoria impuesta contra el periodista.

En el escrito, la jueza de Ejecución, Jacqueline Paz, resolvió que la CIDH, “no goza de una jerarquía jurisdiccional en sentido estricto, por ende, no puede dictar sentencias como lo hace la Corte Interamericana de Derechos Humanos, puesto que la comisión únicamente produce informes, conclusiones y recomendaciones que poseen un notorio valor moral, jurídico y político”.

Afirma que “por tanto, no debemos olvidar que una de las características del Derecho Internacional de los Derechos Humanos es que la mayoría de sus decisiones solo producen efectos vinculantes indirectos”.

En ese sentido, la funcionaria judicial ordenó el cumplimiento de la orden de captura emitida el 14 de marzo de 2019 para que sea ejecutada contra Romero Ellner.

Romero junto a su esposa Lidieth Díaz.

Esta determinación judicial y la petición de la defensa de la exfiscal Sonia Gálvez dieron lugar para que se allanara la Radio Globo para la captura del comunicador social, en la que se mantenía refugiado desde el lunes.

Asimismo, la jueza ordenó que el periodista fuera puesto a las órdenes del Juzgado de Ejecución para el cumplimiento de su condena, “debiendo garantizar los derechos fundamentales y la integridad física del sentenciado”.

La resolución también instruyó de oficio al director del centro penal al que fue remitido, el Segundo Batallón de Infantería Táctico Aerotransportado, para que se ordene la guarda y custodia de Romero, para salvaguardar su integridad física.

Su propia defensa. En un comunicado emitido recientemente por Sonia Gálvez estableció que su lucha nada tiene que ver con la libertad de expresión, colores políticos ni grupos de izquierda o derecha, sino únicamente con la defensa de su dignidad como mujer y como exoperadora de justicia. Gálvez señaló que los ataques que realizó Romero en su contra fueron en su condición de mujer, madre, esposa e hija.