Por ahora ni siquiera está claro si los propios duques de Sussex conocen el sexo del bebé que esperan y que nacerá entre marzo y abril, pero eso no ha impedido que se especule acerca de si su primer retoño será un niño o una niña.
Y todo apunta a que ellos no tienen pensado ofrecer ninguna pista al respecto -si es que lo saben- con los juguetes o la ropita que ya han elegido.
Según trascendió hace unas semanas, los dos se habrían decantado por una paleta de colores neutral para la habitación que el bebé ocupará en su nuevo hogar en Frogmore Cottage, donde se espera que se muden antes del nacimiento, y el resto de su filosofía educativa seguiría esa misma línea.
'Meghan ha estado hablando con algunos de sus amigos acerca del parto y cómo planean educar el bebé, tanto ella como Harry. Sus palabras exactas fueron de forma' fluida'. Dijo que planean criar al pequeño con un enfoque fluido en lo que respecta al género y que no le impondrán ningún estereotipo', explica una fuente a la revista Vanity Fair.
En la práctica, esa intención podría traducirse de muchas formas: desde utilizar pronombre neutros en lugar de masculinos o femeninos en los casos más extremos a sencillamente enseñar al niño o la niña a que elija sus juguetes o aficiones favoritas sin prestar atención a las típicas distinciones de azul-rosa o deportes de niños y de niñas.
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