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Manos que hacen música

  • 20 enero 2012 /

Óscar Barahona, uno de los directores orquestales más jóvenesy reconocidos de Centroamérica inaugura su academia, D’Camara.

    Sabía que detrás del telón lo esperaban los ojos ansiosos de su papá, sentado en primera fila para verlo interpretar una sonata. La había practicado mil veces en el viejo piano de su casa, así que estaba seguro de que sus dedos no vacilarían sobre las teclas esa noche de 1993 en que debutaba en solitario. Y no se equivocó.

    Dieciséis años han pasado desde esa presentación en el auditorio del antiguo CURN, pero Óscar Barahona, ahora un pianista, violinista y director musical reconocido, sigue sintiendo esa emoción primera cada vez que está ante un público. Esa pasión por la música se la transmitieron su abuelo Pablo Barahona, un acordeonista profesional que no alcanzó a conocer, y su padre, que tuvo bajo su tutela a la banda del colegio Minerva.

    ¿Qué recuerda de su infancia? Desde pequeño veía a mi papá ejecutar la guitarra y otros instrumentos, y quería hacer lo mismo. Así que empecé a estudiar piano a los 6 años, con el maestro Sergio Suazo Lang, y violín a los 12, en la Victoriano López.

    Piano y violín, si le tocara elegir, ¿con cuál se quedaría?

    Es una respuesta complicada (medita un momento)... pero creo que mi corazón es el piano.

    ¿Cuáles son sus influencias artísticas?

    Quienes dejaron huella en mí fueron mis maestros, entre ellos Marco Tulio Álvarez y los cubanos José Iglesias Carnot y Amalia Marín, que fueron grandes instrumentistas. Si me tocara elegir a alguien famoso, serían Leonard Bernstein en la dirección orquestal y Pavarotti en el canto.

    Y son precisamente estas influencias, aunadas a su natural talento, las que lo han convertido en un referente artístico con un currículo impresionante. Se ha presentado en Centroamérica y otros países, es miembro fundador del quinteto Mozart, ha sido huésped honorario del Clero Benedictino y en 2011 se convirtió en el director más joven en tomar la batuta de la Filarmónica Nacional, por mencionar algunos de sus logros.


    Es considerado uno de los directores orquestales más prometedores de CA, ¿qué significa esto para usted?

    Significa una alegría indescriptible. Estar al frente de una orquesta o coro siempre fue uno de mis sueños, pero también es un reto, pues es uno de los campos más difíciles de la música seria y se debe estar en constante aprendizaje.


    También imparte clases en la escuela Ovidio Decroly, ¿cómo se involucró en la docencia?

    Fue por la gracia de Dios y por recomendación del maestro Marco Tulio Álvarez; en ese tiempo la escuela no tenía un director de coro y me dieron la oportunidad. Trabajar con niños y adolescentes es una de las experiencias más gratificantes en mi vida, especialmente con mis alumnos de los coros.

    ¿Cómo define su trabajo de maestro?

    Es una pregunta que queda abierta para que respondan mis alumnos, pero lo que sí puedo decir es que me encanta el trabajo. Soy disciplinado y tengo un carácter fuerte a la hora de enseñar. Disfruto cuando el trabajo se toma en serio; en la música es la única manera de poder llegar lejos.

    ¿Qué proyecto musical es el que recuerda con más cariño?

    La gira por Tegucigalpa con Decroly’s Golden Voices en 2011. Nos convertimos en la primera agrupación bilingüe en compartir escenario con la Orquesta Filarmónica Nacional y ser dirigidos por uno de los mejores de América, el ecuatoriano Medardo Caisabanda. Hicimos historia en Honduras.

    ¿Sus próximas presentaciones?

    Trabajo desde ya en “La gran noche cultural de Ovidio Decroly”, que será en marzo. Dirigiré a la Orquesta de Cámara Mozartiana para un concierto con Guillermo Anderson en mayo y también a la orquesta de la ópera “La Traviata”, en conjunto con la Fundación Musical de Honduras. Será en el teatro Saybe, en octubre.

    Más sobre él

    Nombre completo

    Óscar David Barahona Chinchilla

    Fecha y lugar de nacimiento

    SPS, 25 de junio de 1984

    Artista que más admira

    Guillermo Anderson

    Película favorita

    “Sexto sentido”

    El libro que lo ha marcado

    “El príncipe”, de Nicolás Maquiavelo

    Sus pasatiempos

    Pescar, leer, escuchar música, ejercitarse y pasar tiempo con su familia

    En sus propias palabras “Soy alguien sencillo, noble, muy trabajador y temeroso de Dios”

    Contacto

    dcamara.hn@gmail.comSitio oficial
    www.oscarbarahona.com