El 4 de julio de 1776, Estados Unidos firmó su declaración de independencia, para lograrlo hubo una lucha que marcó su historia.
Desde entonces, cada año la nación conmemora con júbilo este hito de su trayectoria, y en cada sede diplomática que tiene en el mundo se alzan las copas para recordar esta fecha tan importante en el devenir de cualquier país independiente.
En Honduras, la celebración tuvo lugar el miércoles 21 de junio, cuando reunidos en la Hacienda El Trapiche, diplomáticos, empresarios, representantes de medios de comunicación y demás invitados especiales se sumaron a la alegría de Estados Unidos.
La recepción fue presidida por la embajadora Laura Dogu, quien centró su discurso en la relación que desde el siglo XIX han mantenido Honduras y Estados Unidos, que han trabajado conjuntamente en el fortalecimiento del Estado de derecho, la libertad de expresión, la salud, la educación, la cultura y la seguridad.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras, Eduardo Enrique Reina, felicitó a Estados Unidos por su independencia y destacó que su respaldo a Honduras ha sido vital, “y lo apreciamos en toda su dimensión”.
Durante los actos, la embajadora dio especial reconocimiento a la chef Melissa Araujo, “representante de uno de nuestros programas de intercambio que organizamos en la embajada. Ella es una chef hondureña-estadounidense que vive en Nuevo Orleans”.
El evento contó con la participación del Ballet Nacional Folclórico Garífuna de Honduras y el grupo de danza Warriors Zulu Nation de Chamelecón.
