El gran día llegó, el proyecto Macon de la Fundación de Obras Sociales Vicentinas (Osovi), abrió este mañana sus puertas con el fin de que personas en situación de calle de esta ciudad tengan un lugar seguro donde alimentarse, bañarse y recibir servicios médicos gratuitos.
Las puertas del lugar abrieron a las 9:30 am, sin embargo, desde mucho más temprano varias personas aguardaban a las afueras del lugar y así ser de los primero beneficiados por esta gran obra de caridad, la cual pretende recibir más de 200 personas durante cada jornada y unas 2,000 al mes.
Cedman Zavala, administradora y coordinadora del proyecto, dijo estar feliz de poder aperturar las instalaciones y con esto devolver la dignidad a lo menos favorecidos, ofreciéndoles un ambiente acogedor y con calor humano, pero sobre todo, un refugio donde no serán discriminados ni excluidos.
“Estamos muy contentos de poder dar apertura. Tenemos varios voluntarios que están prestando sus servicios en el centro. Alegres de poder regresarles a ellos un poquito de dignidad; de que puedan darse una ducha o comerse una comida calientita y que tengan atención médica”, reiteró Zavala.
Recordó que el lugar abrirá los martes, jueves y sábado, de 9:00 am a 3:00 pm. Cada persona que llegue es registrada en una base de datos y se le asigna un código, mismo que llevará siempre con él y deberá presentar cada vez que llegue al centro.
Lía Paz, coordinadora del área médica del proyecto, refirió que ofrecerán servicios de salud general, contando por ahora con el apoyo de unos nueve doctores voluntarios, y la solidaridad de hospitales y laboratorios privados.
“Si tenemos que referir algún paciente lo vamos a poder hacer, incluso hacer radiografías y exámenes. Aquí vamos a dar lo básico, examinar al paciente, dar tratamiento básico, facilitar los medicamentos y darle el seguimiento de ser necesario”, indicó Paz.
Johana Bueso, coordinadora del área de cocina, manifestó que para ellos como voluntarios del proyecto es una bendición y un privilegio poder involucrarse en una labor tan noble, que llevará esperanza y calidad de vida a muchas personas desprotegidas.
“Es como sentir la confianza de Dios apostando pro nosotros. Él se vale de la imperfección humana para hacer su obra perfecta y es hermoso porque podemos ver el espíritu de San Vicente, su legado vivo en nosotros que es lo que nos motiva e impulsa”, agregó Bueso.
“Dios pone esto para que nosotros nos podamos mantener”
Daniel López Barrientos (36 años), fue uno de los primero en ingresar esta mañana a las instalaciones del proyecto Macon, con evidente alegría el ciudadano expresó que finalmente tendrán un sitio donde poder sentirse como en casa.
“Dios pone esto para que nosotros nos podamos mantener. Nosotros no tenemos ayuda de nadie, casi nos aseamos, aguantamos hambre y dormimos en la calle”, comentó Barrientos.
Marcos Antonio Sarmientos (31 años), otro de los beneficiados, agradeció la ayuda dada desde Osovi, al tiempo que hizo un llamado a las autoridades locales y gubernamentales para que creen más proyectos como Macon.
“Esto es una enorme bendición para nosotros. Ojalá y más personas se preocuparan por darnos ayuda ya que nosotros pro nuestra condición no siempre podemos llevarnos un bocado a la boca o tener siquiera para ropa. El Gobierno debería preocuparse más por nosotros”, señaló.
