El arzobispo Miguel Lenihan llamó a vivir una Navidad con alegría y gozo, a pesar de los sentimientos agridulces que se puedan experimentar debido a la realidad del país.
En su tradicional mensaje navideño, Lenihan recordó que, en este tiempo tan hermoso de alegría, esperanza y amor, quizá en algunas situaciones podríamos estar experimentando “sentimientos agridulces” al ver que se termina el año y no hemos podido cumplir nuestras metas y propósitos fijados para este año que termina.
Explicó que no cumplir esas metas se debe a varias razones personales, pero en su gran mayoría, “por falta de oportunidades de empleo y desarrollo, además de una mejor atención en salud, educación, seguridad y por los grandes desafíos económicos que estamos viviendo actualmente en nuestro país, los cuales han venido a endurecer aún más la calidad de vida de todos”.
El líder católico se preguntó si lo anterior nos tiene que llevar a vivir en la tristeza y desesperanza, y se respondió que no, porque debemos recordar las palabras del Ángel: “No teman, les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor”. Animó a que esta sea la alegría que nos permita trascender todas las tristezas y desesperanzas, y que vivamos esta Navidad con la alegría y el gozo que solo Cristo, que viene a nuestros corazones y familias, puede dar. “Vivamos este tiempo de Navidad y el año jubilar siendo todos ‘Peregrinos de Esperanza’ y portadores de paz, amor y fraternidad”, dijo el obispo.