Insuficiente resultó el tramo de la Circunvalación desde la Fuente Luminosa hasta el Monumento a la Madre para la cantidad de sampedranos y visitantes que llegaron a disfrutar del gran carnaval.
Los escenarios estaban listos desde tempranas horas para recibir a los grupos musicales.
La fiesta comenzó inmediatamente después de finalizado el desfile de carrozas. En buses,
vehículos de paila, taxis, motos, a pie, de todas las maneras posibles, la gente se desplazó hasta la Circunvalación, donde pudieron disfrutar de grupos como Punto Clave, Gran Banda, Kazzabe Agrupación, Silver Star, Chicas Sambat, L S, Chicas Roland, Los Roland, Zona Caliente y L2.
Desde la 1 hasta la 11 calle y las vías aledañas estuvieron
a reventar. Los presentes coreaban y bailaban los pegajosos ritmos mientras que otros se dedicaron a no perderse detalle de los cadenciosos movimientos de las bailarinas de los grupos.
Las Chicas Roland arrancaron suspiros de más de uno, mientras que Los Roland pusieron a bailar hasta al más serio.
La Gran Banda cantó y animó a su público hasta el cansancio y todos uno a uno dieron color y sabor a una noche inolvidable para muchos.
El anuncio del concierto abierto del puertorriqueño Big Boy en la Circunvalación desató la fiebre entre los jóvenes que desde tempranas horas se apostaron en el sitio donde se presentaría el artista.
A eso de las 12:30 am apareció en el estrado el artista para interpretar ritmos como “María” y “La chica de la voz sensual”. El furor
duró una hora, tiempo suficiente para que los presentes trataran de subir al estrado y compartir con Gustavo Roy Díaz, nombre real del artista.
En la noche de carnaval se observaron hasta padres con sus hijos recién nacidos en brazos y policías que quitaron licencias y trataron mal a los que querían aparcar motocicletas en las medianas del bulevar Morazán.
La fiesta, tradición de la Feria Juniana, resultó ser una oportunidad para los vendedores de achinería que comercializaron antifaces, collares, sombreros y artículos luminosos para que todos se llevaran un recuerdo del gran evento.
Las 11 cuadras también resultaron ser una pasarela para las sampedranas, que vestidas con atuendos de todo tipo se desplazaron hasta la Circunvalación donde se dedicaron unas a ver y otras a bailar hasta la madrugada.
De no ser por la cantidad de basura que dejaron en la vía y que no fue recogida por los encargados todo hubiese resultado un éxito porque la presencia policial y militar fue evidente.
Las 300 mil personas que esperaban para el carnaval se sobrepasaron, según los organizadores de la feria. “Estamos satisfechos porque los visitantes y los sampedranos han podido disfrutar de la diversidad de actividades durante la feria”, dijo Aroldo Salguero, presidente del comité de la Feria Juniana.
Otro de los sitios que estuvo a reventar fue la Plaza Juniana, donde pese a que la entrada costaba 350 lempiras la gente llegó para poder disfrutar de los conciertos que se realizaron.
Todos los centros de exposiciones tuvieron un cierre colorido la noche del sábado y estuvieron a reventar.
Igual en horas de la tarde del sábado, el desfile de carrozas, pese a que no
hubo novedades, los sampedranos llegaron para disfrutar de uno de los únicos eventos familiares.
Miles disfrutaron del Agas y Expocentro
Miles de personas, adultos, jóvenes y niños, disfrutaron ayer tarde y noche de las múltiples diversiones en las plazas de Expocentro y la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Sula (Agas) en el cierre de la Feria Juniana.
Para los comerciantes de los diferentes espacios de diversión, las ventas fueron mejores al compararlas con las del año pasado.
Los miles de ciudadanos que ingresaron a los recintos en una semana aprovecharon para comprar y disfrutar de los juegos mecánicos.
Juan Ríos dijo que desde el jueves las personas empezaron a adquirir más los productos que se distribuyen en el Agas y conocer los animales purasangre que se exponen.
“La ventas mejoraron. La gente vino a comprar y divertirse en familia”.
Los niños se tomaron fotos con personas que imitaban a dibujos animados.Melvin Gómez viajó desde Villanueva con su familia hasta Expocentro. “Nuestros hijos se divierten con los juegos mecánicos, hay muchas ofertas y nos tomamos un tiempo para compartir en familia”.
Gómez opinó que hubo más personas este año, ya que apenas se podía caminar por los puestos de exposición, aunque la economía familiar no es tan buena. Los sampedranos y visitantes se sintieron seguros con la presencia de la Cruz Roja, miembros de la 105 Brigada, policías municipales y preventivos. Ethel Meza, oficial de turno y brigadista de la Cruz Roja, informó que no hubo casos grandes en atenciones.
“El mayor número de nuestras atenciones fueron para personas a quienes les tomamos la presión y algunos vendedores que se cortaron cuando preparaban los alimentos”.
Meza afirmó que el sábado fue el día en que recibió más personas, ya que muchas llegaron por el carnaval.
Javier Cruz, que tenía su puesto en Expocentro, mencionó que hubo más personas, pero no se le incrementaron las ventas. Unos esperaron hasta media hora para ingresar en las instalaciones, librarse del estrés de la semana y divertirse en el último día de la feria.