Un avión de Aero Caribbean, que viajaba de Managua a La Habana, Cuba, hizo un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Ramón Villeda Morales el sábado a las 7.30 de la noche debido a la alarma al encontrarse un envase que supuestamente contenía cerveza dentro de una bolsa de hielo. El hallazgo lo hizo una azafata en uno de los baños del avión.
La información proporcionada por agentes de los Servicios Especiales de Investigación, Dgsei, indica que la aeronave salió de Managua, Nicaragua, con destino a La Habana el sábado por la tarde con 57 pasajeros e hizo escala en San Pedro Sula. El avión llegó con normalidad a esta ciudad, donde hizo bajar pasajeros y abordar otros.
La nave despegó del aeropuerto hondureño sin ningún contratiempo, pero cuando iban 160 millas al norte de Honduras, sobre el mar Caribe, una sobrecargo ingresó en uno de los baños y observó que en el piso alguien había dejado una bolsa con hielo, dentro de la cual había un envase de aluminio con la palabra “Cristal” impresa.
Inmediatamente, como dictan las normas internacionales de seguridad aérea, la azafata informó al capitán del avión y éste decidió, como medida de precaución, aterrizar en la pista más cercana en ese momento.
En ese momento llamó al aeropuerto de Belice, comunicó la situación de peligro y solicitó permiso para aterrizar, pero le fue denegado, no se sabe por qué. Luego se comunicó con la terminal aérea sampedrana, donde sí le autorizaron el aterrizaje con todas las medidas de precaución del caso.
La Policía del aeropuerto hondureño y los funcionarios administrativos del mismo, como primera medida cerraron la terminal a todo vuelo de llegada o partida desde las ocho hasta las doce de la noche del sábado. Seguidamente aparcaron el avión en la zona de carga y evacuaron con celeridad a los pasajeros.
El escuadrón antibombas de la 105 Brigada llegó de inmediato, sacó la bolsa con el artefacto y acercó al perro entrenado para detectar explosivos, que dio la alerta dos veces, acostándose sobre la bolsa, informó el comisario Darwin García, jefe de la Policía de fronteras del aeródromo.
El escuadrón antibombas retiró la bolsa con el envase y la destruyó en una zona alejada de la pista, utilizando plástico explosivo C-4, cuyo estallido se escuchó en todo el aeropuerto, según el mismo oficial.
El envase fue subido en la nave en Managua, probablemente por el personal técnico que llevó la comida al avión.
El personal del avión y las autoridades verificaron que ningún pasajero subió el envase a la aeronave, pero las autoridades de Managua, en coordinación con la Interpol, llevarán la investigación hasta el final.
Por la hora, sólo dos vuelos fueron perjudicados por el cierre temporal del aeropuerto: un aterrizaje de Taca desviado a Costa Rica y un vuelo de salida demorado hasta que finalizó la alarma.
El vuelo de Caribbean reanudó su ruta a La Habana ayer a las tres de la tarde y la normalidad regresó a la terminal aérea.
No obstante, no se podrá constatar si efectivamente el envase tenía algún líquido inflamable o explosivo porque fue destruido por el escuadrón militar antibombas.