San Pedro Sula tiene potencial para ser ciudad de primer nivel

La ruta para lograr el equilibrio entre el desarrollo urbano y socioeconómico es seguir el Plan Maestro de Desarrollo Municipal, señalan expertos.

San Pedro Sula tiene potencial para ser ciudad de primer nivel
SAN PEDRO SULA

El Plan Maestro de Desarrollo Municipal (PMDM) de San Pedro Sula, que prometía convertir a esta ciudad en una “smart city”, ha quedado reducido en la práctica a un documento de sugerencias.

Durante el lanzamiento oficial en 2017, las autoridades municipales, encabezadas por el exalcalde Armando Calidonio, aseguraron que se trataba del instrumento más ambicioso en la historia urbana del país por tratarse de un plan que buscaba modernizar la ciudad con tecnología, sostenibilidad e infraestructura.

Para lograr el plan, la administración de Calidonio contrató empresas internacionales, realizó consultas entre entidades vinculadas al desarrollo de la ciudad y finalmente pagó alrededor de L80 millones para lograr el documento.

Pero el plan perdió fuerza con la terminación del período administrativo de Calidonio y la llegada a la alcaldía de Roberto Contreras, quien se ha caracterizado en tres años y medio por desarrollar obras espontáneas para resolver problemas inmediatos.

El puente construido sobre el río Santa Ana, que conecta Jardines del Valle con Stibys, es el único proyecto que responde al plan, desarrollado por la administración de Contreras.

Urbanistas, expertos, líderes de organizaciones gremiales y técnicos que conocen el plan han señalado que buena parte del documento permanece engavetada, mientras el tiempo transcurre y la ciudad queda desfasada.

Ángel Payán, presidente del Colegio de Arquitectos de Honduras (CAH), dice que “este instrumento de ordenamiento territorial ha sido clave para orientar un desarrollo urbano avanzado, permitiendo estructurar mejor la ciudad y sus zonas de expansión. Sin embargo, es lamentable observar que para varias administraciones municipales este plan no ha representado una prioridad real. Actualmente, más que verse como una guía integral o una hoja de ruta para el desarrollo sostenible de la ciudad, parece ser utilizado como un compendio para justificar proyectos aislados o iniciativas puntuales”.

“Uno de los problemas más evidentes es la falta de articulación entre los diferentes departamentos municipales. No existen reuniones periódicas ni mecanismos efectivos de coordinación interinstitucional que garanticen una implementación coherente del plan. Esto lo afirmo con base y responsabilidad, ya que durante la presentación del mismo se consultó a las dependencias involucradas, y quedó en evidencia que muchas de ellas operan como islas, enfocadas únicamente en sus propios indicadores, sin una visión común”, critica.

Payán, también presidente de la Federación Centroamericana de Arquitectos (FCA), plantea que “un verdadero plan de ordenamiento requiere del trabajo en equipo, de la integración de todos los actores claves, tanto públicos como privados. San Pedro Sula tiene todo el potencial para convertirse en una metrópoli de primer nivel mundial. Su ubicación estratégica, su dinamismo económico y su infraestructura básica la posicionan favorablemente. Pero sin una visión compartida y sin un compromiso real con la planificación urbana a largo plazo, ese potencial se desaprovecha”.

Ocho años después

Este plan está compuesto por 8 pilares importantes y determinantes: ordenamiento territorial, instrumentos normativos, desarrollo sostenible, movilidad sostenible, económico, planeación, gobierno municipal y ciudad inteligente.

Pero a ocho años de su oficialización, la infraestructura pública crece lentamente, la ciudad continúa sin un transporte público inteligente y no logra materializar una planta de tratamiento de aguas negras. Al mismo tiempo, empujado por el capital privado, experimenta un auge inmobiliario con más de 30 torres en construcción y una inversión superior a los $1,000 millones.

En el plano de desarrollo sostenible no ha habido ningún desarrollo; al contrario, la ciudad sigue perdiendo capa arbórea por la expansión de la urbanización impulsada por la alta demanda de viviendas de todos los estratos socioeconómicos.

Alex Vallejo, docente del departamento de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras Valle de Sula en Cortés e investigador del Instituto en Ciencias Biológicas y Ambientales de Honduras, adscrito a la Unah, advierte que el plan está quedando rezagado.

La administración de Armando Calidonio construyó este puente, llamado Paso Merendón, cerca del hospital Mario Rivas dentro del Plan Maestro de Desarrollo Urbano.

“A nivel de casco urbano, el plan de 2017 no refleja qué tipo de trabajo se puede hacer en función de desarrollar un proceso urbano congruente con el manejo de los espacios verdes para hacer una ciudad resiliente, una ciudad verde, como se está gestando hoy en día como política estándar en las principales urbes”, dice.

Explica que la tendencia en el mundo es “recuperar áreas urbanas para convertirlas en áreas con coberturas vegetativas para reducir el impacto del cambio climático; la radiación que afecta a las ciudades que están con ecosistemas de concreto que genera calor, lo que se conoce como islas de calor urbano. Y eso no está considerado en este plan de desarrollo”.

Por otro lado, expertos en tecnología tampoco observan que los tomadores de decisión pública sigan una hoja de ruta con el fin de convertir a San Pedro Sula en una “smart city” y aclaran que la iniciativa privada es la que impulsa el uso de tecnología.

Corporación aprueba instalación de semáforos inteligentes

“A nivel municipal, San Pedro Sula todavía no cuenta con espacios sólidos que impulsen de forma integral una estrategia de ciudad inteligente. Hay esfuerzos puntuales, como la modernización del catastro o el trabajo del Imip, que tiene el mandato de planificar el desarrollo urbano, pero lamentablemente estas iniciativas no están articuladas ni son visibles para la ciudadanía”, dice Jorge Ramírez, egresado de Ingeniería en Software de la Universidad Loyola de Chicago.

Ramírez dice que “tampoco existe una plataforma de datos abiertos, ni semáforos inteligentes, ni espacios donde la gente pueda participar digitalmente en la toma de decisiones. En resumen, hay bases, pero falta voluntad política, presupuesto y visión para convertir la tecnología en beneficios reales para la ciudad”.

“El ejemplo más claro de avances tipo “smart city” lo vemos en el sector privado, específicamente con Altia Smart City: tiene conectividad de alto nivel, sostenibilidad, integración de servicios y educación, pero es un modelo cerrado que no se ha expandido al resto de la ciudad. La ciudad tiene potencial, pero para avanzar realmente necesita un espacio institucional dedicado a la innovación”, agrega.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Infórmate sobre las noticias más destacadas de Honduras y el mundo.
Juan Carlos Rivera
Juan Carlos Rivera
juan.rivera@laprensa.hn

Licenciado en periodismo (Universidad Nacional Autónoma de Honduras), máster en finanzas (Universidad Tecnológica Centroamericana), máster en dirección empresarial con orientación en gerencia de competencias directivas (Universidad Europea de Madrid). Más de 25 años en periodismo.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias