Pánico en el Mario Mendoza: así conviven pacientes judicializados con los enfermos mentales

Temor e incertidumbre se vive en el hospital psiquiátrico Mario Mendoza, en Tegucigalpa, por pacientes judicializados, es decir, que han cometido delitos, quienes conviven en el mismo entorno con enfermos mentales internos. LA PRENSA Premium realizó un recorrido por el centro hospitalario. Aquí los detalles.

En sala de internamiento, que tiene varias falencias de infraestructura, los hombres toman el sol por la mañana y las mujeres por la tarde.

En el área de internamiento de mujeres también hay pacientes judicializadas y varias internas revelaron a LA PRENSA Premium tener temor por su presencia, por lo que oran por las noches.

Mario Aguilar, director del Mario Mendoza, considera que lo ideal es que este sector de la población tenga su propio hospital, quizás cerca de los centros penintenciarios. “Nuestro hospital no está diseñado para ser un centro de reclusión de pacientes privados de libertad”, apuntó.

Los pacientes judicializados y los demás internos duermen, comen y conviven bajo el mismo techo.

El personal del centro hospitalario reveló que los pacientes judicializados suelen ponerse violentos, atacando a sus compañeros e incluso a los mismos enfermeros.

De acuerdo a la psicóloga clínica Fanny Ordóñez, las condiciones de los pacientes judicializados puede desestabilizar a los demás internos. “Todo paciente psiquiátrico debería estar aislado en su propia habitación para que su proceso sea de mayor beneficio”, expresó.

La psiquiátra Alejandra Munguía, jefa del servicio de atención a niños y adolescentes, reveló a LA PRENSA Premium que contratar psiquiátras en las cárceles puede ser una opción para enfrentar la problemática de convivencia entre ambos grupos.

El hospital psiquiátrico Mario Mendoza está abastecido en un 94% de medicamentos, pero a nivel de infraestructura está muy dañado.

Las autoridades informaron que pretenden mejorar sus instalaciones, incluido el viejo parque donde suelen esperar sus citas.

Otra de las falencias es que en el área infantil no cuentan con área de internamiento para menores.

Algunos de los internos se expresan con dibujos en las paredes de los dormitorios.

Mario Rojas, presidente del sindicato del hospital psiquiátrico Mario Mendoza, calificó el centro como un “maquillaje”, pues la fachada luce impecable, pero a lo interno está en malas condiciones.

La psicóloga Geraldina Zelaya, explicó que las mejores ténicas para tratar las enfermedades mentales en menores son las psicoterapias individuales y grupales.

En el área de terapia ocupacional hay diversas falencias como falta de recursos, de hecho, algunas veces las propias enfermeras aportan dinero de su bolsillo para realizar las actividades.

En estas camillas duermen pacientes judicializados e internos. Muchos de los colchones están rotos y las camas oxidadas.