Desdicha en primeros deportados de Trump
Unos 357 hondureños deportados regresaron ayer al país, de los cuales 126 arribaron en dos vuelos militares. Vuelven con sus sueños rotos, pero con la esperanza de hallar trabajo
- 31 de enero de 2025 a las 00:00 /
El reloj marcaba casi la 1:00 pm cuando el sonido de las hélices del avión militar Boeing C-17 Globemaster III quebró el silencio del aeropuerto Ramón Villeda Morales en La Lima, Cortés.
A bordo, más de 70 hondureños, deportados desde Estados Unidos, miraban por la ventanilla el suelo que dejaron atrás, entre dudas y temores.
Este fue el primer vuelo de los cuatro programados por la administración de Donald Trump, que en las últimas semanas ha intensificado las redadas contra migrantes en suelo estadounidense.
Los primeros dos vuelos chárteres -comerciales- habían partido de Alexandría, Louisiana, y Laredo, Texas, mientras que los dos aviones militares que completaban el total de los vuelos llegaron desde Texas y la frontera sur de Estados Unidos.
En total, fueron 357 compatriotas los deportados; 126 arribaron -por primera vez- en vuelos militares bajo el gobierno de Trump, mientras que otros 231, deportados bajo la administración de Joe Biden, llegaron en vuelos chárteres.
Muchos de ellos fueron detenidos por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en la frontera entre México y Estados Unidos. Otros, simplemente, vieron truncados sus sueños de asilo.
A su regreso, los migrantes trajeron consigo pocas pertenencias, algunos solo portaban mochilas y suéteres, mientras que otros regresaban sin más que la ropa con la que fueron detenidos.
Las horas pasaban y a las 5:00 pm un segundo vuelo militar aterrizó en la Base Aérea Armando Escalón Espinal, con 48 migrantes adicionales a bordo.
El ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), José Carlos Cardona, informó que la mayoría de los deportados son originarios de los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, El Paraíso, Yoro y Olancho, mientras que los de menor incidencia en este retorno fueron Gracias a Dios, Islas de la Bahía, La Paz y Valle.
Entre los deportados había jóvenes de entre 19 y 30 años, padres de familia, personas mayores que habían emigrado en busca de una oportunidad, y hasta menores de 18 años, en su mayoría adolescentes.
El vicecanciller Antonio García informó que los compatriotas deportados indicaron que, durante el vuelo, les colocaron grilletes y esposas, pero que estos fueron retirados al aterrizar en el aeropuerto, una acción que, según García, no estaba contemplada en el acuerdo previamente establecido entre Honduras y Estados Unidos.
“Lo que sigue es que esta gente se reintegre, que sientan que aquí pueden hacer cosas también, esperar que la migración mengüe, que haya menos deportaciones y que esto sea pasajero”, expresó García.
Proceso
LA PRENSA Premium se trasladó al Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales para ser testigos de la llegada de los compatriotas deportados en los cuatro vuelos.
La jornada comenzó temprano, con la llegada de los primeros vuelos chárteres, que trajeron a unos 231 compatriotas. El reencuentro estuvo cargado de emociones, con abrazos, lágrimas, palabras de aliento entre los que regresaban y los familiares que los esperaban. Los migrantes fueron recibidos por las autoridades de la Cancillería de Honduras y posteriormente sometidos a un proceso de registro en el Centro de Atención Migrantes Retornados (CAMR), donde se les realizó una encuesta para determinar su situación.
Tras verificar que no existían pendientes con la justicia hondureña, cada migrante recibió un bono solidario de 100 dólares en efectivo (equivalente a unos L2,500), y dos boletos por un valor total de L4,000, que podrán utilizar para provisiones durante los próximos dos meses, como parte del programa “Hermano, vuelve a casa” impulsado por el gobierno hondureño.
Lo anterior solo es la primera parte del paquete de ayudas, pues la presidenta Xiomara Castro declaró que se les entregará a los retornados un bono de 1,000 dólares (L25,000) para emprender.
El canciller Eduardo Enrique Reina destacó que “ahora viene todo el proceso de cómo incorporar a estos compatriotas al país y para esto debemos trabajar el gobierno con el sector privado. El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés nos envió un borrador de un trabajo para generar empleo”, comentó a LA PRENSA Premium.
Mientras el canciller ofrecía estas declaraciones, el autobús con los migrantes pasó frente a él, y algunos de los deportados expresaron con entusiasmo su deseo de encontrar empleo, gritando “¡Queremos trabajo!”.
Cardona agregó que, además de los apoyos económicos, se recopiló información de cada migrante para ofrecerles oportunidades de emprendimiento. “La mayoría de estos migrantes trabajaban en la construcción y en el sector agrícola. Ahora debemos brindarles las oportunidades necesarias para que se reintegren y sientan que aquí también pueden contribuir”, finalizó.
