26/04/2024
09:37 PM

Transparencia

    Hemos comenzado noviembre con “el corazón en la mano”, con esa sensación de incertidumbre y hasta angustia cuando nos enfrentamos a la transición del poder con el país cargado de polémicas y temas inconclusos, presionado por su lenta recuperación económica y amenazado por sectores políticos que pueden repetir el conflicto de las elecciones de 2017. Porque, aunque el llamado es a votar en una fiesta cívica, los días poselectorales serán claves para enfocarnos en los problemas álgidos que requieren la pronta y efectiva atención de la nación.

    La vacunación, que todavía está lejos de sacarnos del covid-19 y dejar atrás la pandemia; el aumento de precios, el alza del petróleo que llegó a su nivel más alto en décadas, son preocupaciones que empeoran con la actual crisis en la cadena de suministros afectada a nivel mundial, con cientos de miles de contenedores que están varados en los muelles.

    Y a futuro, ¿qué nos espera? El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de señalar que el crecimiento real del producto interno bruto de Honduras será de un 4.4%, inferior al 4.9% estimado para este año.

    “La contracción económica en Honduras durante el 2020 fue más fuerte de lo esperado y solo se revertirá parcialmente durante 2021”, señala el informe que reclama la “aplicación firme de las reformas estructurales, especialmente en la gobernanza y manejo financiero del sector eléctrico”.

    De acuerdo con el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), el país también ha sufrido una reducción en la inversión extranjera directa entre 2019 y 2020, una constante que tiende a agravarse año con año cuando mostramos altos niveles de violencia, impunidad, inseguridad ciudadana y jurídica; la corrupción que no se detiene y con polémicas como la controvertida aprobación de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (Zede) que, en vez de atraerlas, al final ahuyenta a grandes empresas que pueden traer los empleos que necesitamos. Esas transnacionales no consideran países donde ponen en riesgo sus inversiones.

    Para atender estos temas que amenazan la estabilidad y priorizar, cuanto antes, el fortalecimiento de la educación y salud, hay que escuchar los llamados que han hecho la empresa privada, iglesias, universidades y medios de comunicación como LA PRENSA, que piden atender con responsabilidad, legalidad, paz y transparencia todo el proceso electoral y la madurez de los líderes políticos que deben permitir, primero, aceptar los resultados y no volver a propiciar la violencia en las calles. Y pasados los comicios, facilitar la transición para que traiga esperanza y la solución de tanto problema que nos aqueja.