24/11/2025
11:52 PM

Miércoles de Ceniza

    Con la celebración litúrgica de hoy en los templos, la grey católica inicia el ciclo de 40 días para la gran celebración de la Pascua de Resurrección, núcleo de la creencia religiosa de los cristianos. La ceremonia de la imposición o señalamiento con ceniza elaborada con las palmas del Domingo de Ramos del año anterior tiene un sentido simbólico, “polvo eres y en polvo te convertirás”, pero también penitencia y acercamiento más estrecho a aquellas enseñanzas bíblicas fundamentales para el seguimiento sincero, no sensiblero y superficial de las enseñanzas del Maestro de Galilea.

    Por ello tiene especial significado el mensaje del papa Francisco y de la Conferencia Episcopal de Honduras, quienes han resaltado la integración plena y responsable en la comunidad, en barrios y colonias. “En la Cuaresma encontramos nuevos criterios de juicio y una comunidad con la cual emprender un camino que nunca habíamos recorrido”, aconseja el papa Francisco, quien invita “a las comunidades cristianas a darse tiempo para verificar su presencia en el barrio y su contribución para mejorarlo”.

    En una sintonía social muy semejante, los prelados hondureños han enviado un mensaje a la comunidad católica que desde esta mañana abarrota los templos para participar en la eucaristía en la cual la ceniza tiene el protagonismo de una fe popular muy arraigada en la que la penitencia, ayuno y abstinencia, han ocupado un sitio preferencial durante estos días previos al Triduo Pascual.

    Sin olvidar la tradición, la orientación de los obispos está dirigida a la convivencia armónica, hoy resquebrajada por la violencia, la incomprensión y la ausencia de confianza en personas, instituciones y organismos. El que quiera oír que oiga, pues son problemas profundos que siguen amenazando, como hace décadas, el diálogo, el entendimiento y las causas comunes de todos los hondureños.

    “Sabemos que la violencia es un problema complejo que lejos de disminuir pareciera extenderse más. Frente a ello todos estamos llamados a elevar nuestra voz, no solo ante hechos que jamás deberían existir, sino también ante estructuras sociales y conceptos machistas que favorecen esta repudiable violencia que tiene su más dramática expresión en el feminicidio... Seguir caminos que se inspiren en los principios fundamentales de nuestra cultura amante de la vida es una tarea de toda la sociedad, si queremos dar respuestas eficaces a nuestros retos y problemas”. No hay intromisión de la Iglesia en la política como reaccionan defensores de turno. Tampoco al aconsejar el diálogo y el avance en la democracia para recuperar de urgencia la credibilidad en las instituciones del Estado, mantener la separación de poderes y orientar el discurso hacia el encuentro entre los hondureños eliminando tonos confrontativos. Es Cuaresma compromiso y solidaridad en cada comunidad.