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Mes de la familia

  • 03 agosto 2019 /

Las iglesias, como es natural, acogieron con entusiasmo la iniciativa y fueron un poco más allá al consagrar todo el mes de agosto al matrimonio y a la familia.

    La Organización de las Naciones Unidas declaró 1994 como el Año Internacional de la Familia, con el fin de destacar y hacer conciencia sobre el rol fundamental que esa institución social natural juega en el desarrollo de los individuos y en el desenvolvimiento de la sociedad.

    Ese mismo año, el gobierno que presidía el Dr. Carlos Roberto Reina decretó que se declarara en Honduras la última semana del mes de agosto: Semana Nacional de la Familia, para que, tanto en los centros educativos como en el resto de las entidades públicas y privadas, se destacaran los aportes que la familia hace a los distintos ámbitos de la vida nacional.Las iglesias, como es natural, acogieron con entusiasmo la iniciativa y fueron un poco más allá al consagrar todo el mes de agosto al matrimonio y a la familia.

    En la coyuntura histórica que atravesamos, más que nunca es necesario valorar el papel insustituible de la institución familiar en la vida de la nación hondureña. Es en el seno del hogar donde se gestan no solo biológicamente sino también psíquica y espiritualmente los hombres y las mujeres que deciden el destino del país; es en la intimidad de la familia en donde se transmiten esos principios, en la que se funden esos cimientos que definen el carácter y la personalidad de los ciudadanos de hoy y de mañana.

    La familia transmite estabilidad, aplomo, serenidad; la familia produce sentido de pertenencia, perfil humano, manera de ser; en la familia se hunden las raíces que nos permiten soportar los infaltables vendavales de la vida.

    Alguien dijo alguna vez que felicidad se escribe con f de familia. Y aunque haya situaciones en las que se generen en su seno situaciones no deseadas o conflictos que dejan huella, la verdad es que son esos casos de excepción que no pueden ni deben generalizarse. Todas las personas que han nacido y crecido en una familia sana, en una familia normal, saben que ahí adquirieron una autoestima sana; que ahí conocieron el cariño auténtico, y que de ahí salieron algunos de los recuerdos dulces que alimentan el resto de la existencia.

    Por lo mismo es que el retorno al hogar paterno/materno es una aspiración común y que no se extingue, aunque pasen los años.En este mes de agosto, Mes de la Familia, hay que hacer recuento de sus ventajas y bondades; de la importancia de protección y promoción. Porque un país fuerte solo es posible a partir de familias sólidas.