26/10/2024
02:26 AM

Irrespirable

    Basta con asomarse a una ventana o salir a la calle para comprobar cómo el aire que circula en estos días en buena parte del país resulta irrespirable. Esto ha obligado a los centros educativos de los distintos niveles del sistema a retomar lo que se creía olvidado: la teledocencia y el trabajo desde casa en muchas oficinas gubernamentales, mientras se disparan las enfermedades respiratorias y distintos tipos de alergias, sobre todo en los más pequeños y en los mayores.

    En los países con los que compartimos fronteras la situación es similar. Hay una gran cantidad de partículas suspendidas en el aire que resultan nocivas para la salud, lo que obliga a tomar medidas extraordinarias para salvaguardar la salud de la población. Queda esperar que llegue la estación lluviosa para limpiar el ambiente, y que los distintos sectores afectados retomen sus actividades como las realizan ordinariamente.

    Pero, evidentemente, a futuro no podemos depender siempre de la lluvia para acabar con el humo y la contaminación en niveles como el actual. El cambio climático ha provocado que condiciones como la que estamos padeciendo se agraven año tras año y, por lo mismo, obliga a tomar unas medidas que eviten crisis ambientales similares a la que hemos vivido ahora.

    Claro está que estas medidas no pueden ser aisladas. El humo desconoce fronteras y viaja de un sitio a otro sin visa ni pasaporte. Lo que han sufrido Tegucigalpa y San Pedro Sula, también lo han padecido Ciudad de Guatemala y partes de El Salvador y Nicaragua. De modo que es necesario un esfuerzo regional, bien coordinado, para estudiar las causas y definir soluciones a corto, mediano y largo plazo.

    La conciencia conservacionista se ha ido desarrollando de manera continua en el mundo entero. El adecuado manejo de los desechos sólidos, la reducción del uso de plásticos, la cultura de reciclado, no resultan extrañas para la gran mayoría de los habitantes del planeta. Pero, a la vista está, hace falta mucho por hacer. La familia, la escuela y la sociedad entera deben jugar un papel mucho más activo e incisivo en los procesos de concientización del cuidado del medio. La cercanía de la pandemia nos trae a la memoria los días de encierro, el uso de mascarillas de manera permanente y, preocupante, la interrupción de actividades productivas que generan pérdidas para las empresas de diverso tamaño.

    Así que, que una vez pasada esta emergencia sanitaria, y, más bien desde ahora, debe trazarse un plan para que en mayo de 2025, y más allá, no estemos de nuevo en esta misma situación.