Al retomar la rutina tras las vacaciones, muchas personas buscan compensar los excesos con dietas estrictas. Sin embargo, hay formas más saludables y sostenibles de mejorar la alimentación sin recurrir a dietas milagro.
Una alimentación saludable debe ser variada, placentera, suficiente y cubrir nuestras necesidades nutricionales y energéticas para evitar deficiencias que puedan mermar la salud y basarse en hábitos que puedan mantenerse en el tiempo en vez de en dietas estrictas y rápidas, según la nutricionista Elena Poto.
Las “dietas milagro” y pesocentristas (enfocadas en el peso corporal) no funcionan, y “los estudios muestran que en torno al 95% de personas que las aplican recuperan su peso e incluso algún kilo más, a los 2-5 años de finalizarlas, en lo que se conoce como “efecto rebote”, asegura.
Para mejorar nuestra alimentación sin hacer dieta, Poto aconseja aumentar el consumo de frutas y verduras crudas y cocinadas; cereales y sus derivados, incluidos los integrales; frutos secos, legumbres y sus derivados como el “tofu” de soja, y priorizar el consumo de pescado azul frente al blanco.Aquí le presentamos ocho maneras de optimizar su alimentación:
1. Añada calidad a su dieta: Introduzca alimentos nutritivos como frutas, verduras de temporada, cereales integrales, proteínas vegetales (legumbres y tofu de soja) y fuentes de grasa saludable como el aceite de oliva, aguacate y frutos secos.
2. Evite el pensamiento de “todo o nada”: Disfrute de sus comidas favoritas sin restricciones extremas. Prohibir ciertos alimentos puede llevar a un consumo descontrolado y sentimientos de culpa.3. Mantenga una hidratación adecuada: Beber suficiente agua es fundamental para el bienestar general y ayuda a reducir la retención de líquidos.
4. Aliméntese de manera regular: Evite el hambre extrema comiendo de manera regular y planificando tus comidas semanales.
5. Practique ejercicio placentero: Haga una actividad física que disfrutes, lo que le ayudará a mantener un estilo de vida activo y saludable.
6. Flexibilidad y variedad: Aliméntese con flexibilidad, variedad y conciencia, disfrutando de cada bocado y evitando estigmatizar ciertos alimentos.
7. Observe su relación con la comida: Reflexione sobre tus hábitos alimenticios y busca un equilibrio que te permita disfrutar de la comida sin excesos ni restricciones.
8. Priorice alimentos saludables: Aumente el consumo de frutas y verduras crudas y cocinadas, cereales integrales, frutos secos, legumbres y pescado azul.
Adoptar estos hábitos puede ayudarle a mejorar su alimentación de manera gradual y sostenible, sin necesidad de recurrir a dietas estrictas que a menudo resultan ineficaces a largo plazo. Sin embargo, no debe olvidar que para ver resultados positivos en su salud y físico también debes acompañar una sana alimentación con actividad física diaria.