“El trabajo es sagrado, el trabajo da dignidad a una familia”, expresa el papa Francisco, quien liga el mundo laboral con el hogar. “Cuando la organización del trabajo tiene como rehén o, incluso, obstaculiza el camino, entonces estamos seguros de que la sociedad humana ha comenzado a trabajar ¡en contra de sí misma!
El reciente ejemplo de un joven médico sorprendió muy favorablemente ante la falta de oportunidades para trabajar, ante las necesidades de supervivencia de miles de familias y ante los casi insalvables obstáculos para los jóvenes de lograr un empleo. Nada es imposible, aunque en el teje y maneje sobresalen las cartas bajo la mesa, las jugarretas y la abundancia de compadres con los colores del día. Todo un banquete a la carta en que muchos de los excluidos hoy esperan revancha en perjuicio de una gran mayoría cuyo profesionalismo y decencia esperan contra toda esperanza.
El personaje, protagonista de una historia real silenciada en su propia tragedia, conservó la fuerza hasta la llegada de su reconocimiento. Graduado en la Unah, la pandemia levantó un alto muro en sus aspiraciones, pero la cobardía no está en su agenda personal. La labor en el triaje de Villanueva fue dura, pero aguantó.
Cuando el covid fue bajando su intensidad se quedó sin trabajo, pues no tenía credencial con color ni padrino político en las alturas. Y es entonces cuando escribió un capítulo atrevido y mejorado de su historia individual y familiar. Las necesidades del diario vivir en familia, esposa y dos hijos, crearon para él un impensable, pero necesario desafío que aceptó, y así se convirtió en oportunidad para llevar el sustento y otros gastos del hogar. El estudiante en Tegucigalpa y profesional médico cirujano pasa a llevar arena, mezclar el cemento, echar agua y así tener lista la masa para la construcción. Cuenta que sus compañeros le apodaron Rabadilla, lo cual él tomó con humor, porque se le quedaba “trabada” la espalda.
Al margen de las anécdotas, la figura ejemplar de este joven médico adquirió alto relieve al ser contratado por la municipalidad sampedrana para atender a los pacientes en el Macrodistrito Municipal de Salud de Las Palmas donde se reincorporó a su profesión el viernes pasado. La ruta seguida ha sido difícil, el camino muy cuesta arriba, pero quien tiene autoestima y visión de sinceros compromisos llega a destino. En unos años, la especialidad.
“El trabajo da dignidad a la familia”, palabras del Pontífice que no debieran dejar dormir a políticos y funcionarios mañosos, al gabinete de Gobierno y empresarios, pues ingresos estables fortalecen el hogar y contribuyen a la solución de los graves problemas socio políticos del país. Trabajo, trabajo, trabajo.
