16/07/2025
12:13 AM

EUA y la Unesco

  • 14 octubre 2017 /

Lo cierto es que, de siempre, la relación de Estados Unidos con este organismo especializado de las Naciones Unidas ha tenido altibajos, encuentros y desencuentros.

    Redacción.

    No ha dejado de causar revuelo el hecho de que los Estados Unidos de América haya decidido retirarse de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. El argumento esgrimido es que la Unesco ha mantenido, de manera permanente, una posición antiisraelí, y que era necesario un gesto de solidaridad con el amigo y aliado incondicional.

    Lo cierto es que, de siempre, la relación de Estados Unidos con este organismo especializado de las Naciones Unidas ha tenido altibajos, encuentros y desencuentros. Durante el gobierno del presidente Reagan, para el caso, el Gobierno estadounidense cortó todo tipo de financiamiento a la Unesco por la marcada inclinación izquierdista de las políticas culturales impulsadas por la entidad. De hecho, en ese momento la representación regional más importante del organismo estaba en La Habana y era bien conocido el sesgo ideológico de sus proyectos e iniciativas. El razonamiento norteamericano, que no dejó de tener lógica, fue que no estaban dispuestos a dar dinero para financiar actividades en su contra.

    Ya en aquella ocasión algunos intelectuales y artistas criticaron la postura estadounidense y casi llegaron a acusar al gobierno de Reagan de “crímenes de lesa cultura”. Ahora tampoco se han hecho esperar juicios similares procedentes del mismo sector.

    No cabe duda que la Unesco juega un papel importante en la promoción de una educación de calidad y de diversas manifestaciones artísticas a nivel global. A lo largo de los años ha definido una serie de estándares para los diversos niveles del sector educativo, ha procurado la protección de diversas manifestaciones culturales y de sitios de interés histórico y promovido la producción intelectual en todas las áreas del conocimiento. Sin embargo, no es un secreto que este organismo, casi desde su fundación, ha sido muchas veces manejado por personas con una clara filiación política de izquierda, y, por lo mismo, críticos acérrimos del, por ellos llamado, “imperialismo”. En coherencia con la acción de los Estados Unidos, y bajo los mismos argumentos, el estado de Israel también ha decidido abandonar la Unesco.

    En el fondo, la decisión de Estados Unidos es más pragmática que política. Como sucede con otros organismos de la ONU, este país es uno de los mejores contribuyentes, si no es que el mayor, y ve poco retribuido su aporte económico porque los fondos terminan financiando proyectos en países tercermundistas, que, es cierto, son los que más los necesitan, aunque el dinero que destinan a la Unesco es mínimo o nulo. Esperemos que haya un punto de retorno porque sí hará falta el dinero norteamericano para los gastos de la entidad con sede en París.