29/04/2024
12:34 AM

El contrabando de café

    De acuerdo a una noticia difundida por este diario, el Instituto Hondureño de Café (Ihcafé) considera que de la cosecha de 2013-2014 se estarían yendo por la vía del contrabando y la defraudación fiscal unos 700,000 mil a un millón de quintales de café hacia los países vecinos, particularmente a Guatemala y Nicaragua; igualmente la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh) estima que las pérdidas por el tráfico ilegal de este grano podrían ascender a unos 100 millones de dólares.

    El rubro del café en Honduras tiene una gran importancia para la economía, tanto por el número de familias que se dedican a esta actividad, ya sea en su cultivo, como en su procesamiento o transformación, generando más de un millón de empleos directos e indirectos, lo que representa un 30% de la población económicamente activa del país. Tiene consecuentemente una importante función social, pues son millares de pequeños productores y trabajadores agrícolas en todo el país los que se benefician de su cultivo, representando para muchos hondureños la mejor alternativa económica. Se estima que esta actividad representa un 45% del total de las divisas generadas por el sector agro alimenticio del país, o sea, unos 1,500 millones de dólares, constituyendo el principal rubro en este sector generador de divisas.

    Este masivo contrabando que se ha denunciado perjudica a los exportadores de este grano y beneficia a algunos pequeños o medianos productores que reciben un precio mayor por la venta de sus cosechas, pero dañando la economía nacional por la merma en la captación de impuestos tanto de exportación como sobre la ganancia y sobre la venta, y en la generación de divisas que no son declaradas por los contrabandistas que se mueven por los puntos ciegos de nuestras aduanas terrestres, siendo igualmente un producto atractivo para los blanqueadores de dinero del área que estarían lavando su dinero y sacándole provecho a esta actividad. De continuar este ilegal tráfico de café, nuestras metas en el área de exportación disminuirán viéndose también afectada nuestra endeble Balanza de Pagos.

    ¿Cómo poner coto a estas actividades ilegales? Sería ilusorio pensar que desaparecerían solo con buenas intenciones o mediante un solo plumazo de las autoridades del ramo. Se deben por contra, implementar verdaderos controles para evitar este trasiego por las aduanas o puntos ciegos, endurecer las medidas punitivas y reforzar los sistemas para su detección, mediante personal comprometido y entrenado en estas clase de delitos, debiéndose además tipificarse en la ley penal como un delito conexo con el lavado de activos, y no en sede administrativa como lo supone el Código Tributario. Son centenares de millones de dólares los que se mueven en esta hasta ahora usual actividad ilícita, cuyo combate y erradicación será un nuevo reto para las autoridades entrantes. Honduras no es, ni debe ser un paraíso fiscal.