06/12/2025
10:08 AM

Crecientes rezagos educativos

    La Unidad de Investigación de Diario LA PRENSA ha verificado in situ un hecho por demás preocupante: la niñez y juventud hondureña cada vez se están quedando más a la zaga en asignaturas claves para la supervivencia laboral, para poder interpretar y sobrevivir en la sociedad que están insertos (as), de manera racional y científica. Resulta alarmante los déficits en matemáticas y español, los cuales van creciendo por una suma de factores que, combinados, arrojan resultados altamente negativos para las y los estudiantes de los distintos niveles, para sus familias, para la nación, en un mundo cada vez más competitivo, automatizado, en que la mediocridad relega a las personas a labores manuales, mal remuneradas, eso cuando logran insertarse en empleos formales y permanentes, que permitan, cuando menos, el sustento cotidiano.

    Esa dramática realidad refleja el grado de subdesarrollo extremo, los niveles de pobreza y miseria en que se debaten las grandes mayorías de compatriotas, condición acentuada a partir del ingreso de la pandemia del covid a nuestro territorio, cuando la educación formal quedó paralizada en el sector educativo público y el reintegro de los educandos fue tan tardío, que el intento por recuperarse ha sido limitado en su alcance y cobertura.

    Muchos niños y adolescentes decidieron, por propia voluntad o presionados, abandonar las aulas, optando bien por migrar al extranjero, bien por ya no concurrir a las escuelas y colegios, sin lograr obtener empleo. Aún prevalece el criterio, absolutamente equivocado, particularmente en el medio rural, que la asistencia de las y los vástagos para recibir el pan del saber es una pérdida de tiempo y dinero. Actuando de esa manera, los obligan a contribuir al diario trabajo agropecuario a efecto de aportar algo al raquítico presupuesto familiar. Y en medios urbanos, se les obliga a mendigar o prostituirse, convirtiéndose así, contra su voluntad, en esclavos de hecho.

    Cualesquiera áreas del conocimiento, sea este al nivel superior, técnico, vocacional, requiere, crecientemente, del dominio de los aspectos cualitativos y cuantitativos de las rutinas por desempeñar, además de poseer espíritu de iniciativa y trabajo en equipo para poder resolver situaciones imprevistas que requieren de capacidad analítica para improvisar sobre la marcha hasta lograr encontrar soluciones a las problemáticas surgidas. Se requiere de un esfuerzo conjunto, duradero, de largo alcance por parte de los sectores público y privado, viendo en el desembolso educativo una inversión, altamente rentable y no un gasto. Solamente así se logrará recuperar, al menos parcialmente, a esta generación, el porvenir de la patria. Caso contrario, se le está condenando a las tinieblas y a las penurias de por vida.