18/12/2025
04:56 AM

Café y caviar

  • Actualizado: 20 julio 2023 /

    ¡Quién dice que no se puede soñar sin levantar los pies del suelo! He aquí el titular de un diario de Barcelona que toca, implícitamente la herida, esa herida que tanto duele a las familias cafetaleras cuyos problemas se multiplican en cada cosecha. “Café a precio de caviar: 5 euros por un espresso en Barcelona”. No solo en la ciudad condal, en Austria 250 gramos se vende a más de 15 euros, por lo que el kilo viene costando unos 60 euros, como quien dice unos 70 dólares, unos 1,800 lempiras. El gustazo de la esencia del aromático se eleva a 150 lempiras.

    En la economía de mercado quien pueda y quiera pagarlo tiene abierta la elección y mientras haya quien, por lucirse, por apariencias sociales o por el motivo que sea, el negocio es negocio y las ganancias son ganancias. No es intención satanizar, pero sí poner de relieve la estratosférica diferencia entre el punto de partida, producción, y la meta de llegada, consumo. Hay intermediarios en la cadena, pero eso es otro elemento alejado y determinante de la pesada labor de los cafetaleros.

    Son numerosas las expresiones que echan mano del caviar para significar el alto precio de un producto de manera que el significante nos ubica en el significado para, a través de la comparación, señalar el precio alto de un producto de uso común como es el café en numerosos países de Occidente. En España tras la comida del mediodía llega la hora del café en casa o en los bares. Al precio que señala el diario catalán hay que saborearlo como el caviar del mar Caspio.

    Pero de ese caviar de las fincas hondureñas apenas llegan centavos para el sostenimiento de los caficultores y sus cultivos bien por fenómenos naturales, crisis políticas, manipulación en las bolsas internacionales o negociaciones con intermediarios que, al final, se imponen porque el poder de decisión, aunque haya un conjunto, cooperativa, queda en mano de quienes más aguantan y ponen precio a la producción.

    En estos días en que se han recuperado los encuentros internacionales para lograr entendimiento entre los países no logra entrar en la agenda el precio justo de los productos y materias primas de los países en desarrollo hacia los cuales se renueva la cooperación, una manera eufemística de limosna, mientras no se valora la riqueza natural, el trabajo, el sacrificio y la alta inversión, cuyo recursos están destinado a pagar de los productos de las grandes multinacionales con sede en países del primer mundo, allí donde el café tiene precio de caviar.

    El abad de San Pedro soñaba, nuestros cafetaleros también pueden soñar, pues el grano aromático se convierte en bebida gourmet al nivel del caviar, por lo menos en el precio.