Aislado lo protocolario, en su ambiente diplomático, y aquello del “glamour” por el vestuario de la reina Letizia tal como se refleja en un diario de Madrid en que se consigna que “el atuendo elegido por SM la Reina para bajarse del avión en la base aérea José Enrique Soto Cano ha sorprendido a muchos”, elementos de cortesía, imagen o banales, su visita impulsa los proyectos de solidaridad del pueblo español en Honduras.
El programa ceñido a su corta estancia a Tegucigalpa y a Comayagua, desde donde partió hacia El Salvador, proporcionó una muestra muy significativa de la cooperación hispana destinada a impulsar el progreso económico y social para contribuir a la erradicación de la pobreza. Lo que se observó en las dos ciudades se hubiera completado con una gira, quizás en un próximo viaje, por occidente, por aquellas comunidades relegadas donde la organización, el trabajo en el campo y el desarrollo de instalaciones para la educación y la salud son muestras del compromiso en favor de los hondureños.
En la visita al consultorio jurídico gratuito de la Unah la reina conoció la realidad doliente e hiriente de mujeres, víctimas de la violencia, de las que conoció su historia. El impacto se reflejó en su rostro y aunque no se pronunció sobre ello, mostró preocupación y reafirmó su apoyo que en palabras de la rectora Julieta Castellano se eleva a un millón de euros para cuatro años, unos 25 millones de lempiras.
La reunión de trabajo que en agenda estaba marcada para unos 20 minutos se prolongó más de una hora. “Dirigió la reunión con las preguntas que hizo’, explicó la rectora que, como fina anfitriona, acompañó en el recorrido a la reina, quien pidió que “nadie se detuviera” durante su visita en la que enfatizó el fortalecimiento en la defensa de los derechos humanos, atención a las víctimas y acceso a la justicia.
La tarde del martes en Comayagua, más relajada la soberana, recorrió el casco histórico colonial y conoció el trabajo de la cooperación española en la conservación y restauración del pasado hispano, cuya huella se puede admirar en la arquitectura y en el trazado urbano de la excapital hondureña. La información proporcionada sobre un proyecto de agua y saneamiento con beneficio para miles de personas en el valle de Comayagua, satisfizo a la soberana, cuya promesa de más ayuda alegró a las autoridades municipales.
La distinción de elegir a Honduras en su primer viaje al exterior es un orgullo que debe traducirse en el compromiso de la utilización de los recursos provenientes de la solidaridad española para luchar contra la pobreza, erradicar la lacra social de la violencia contra la mujer y fortalecer la justicia.
